domingo, 14 de septiembre de 2014


"Todos los días soñamos, sin embargo no siempre nos acordamos al despertar de haberlo hecho. Pero mi caso es distinto, supongo que debido a una clase de suerte prodigiosa, pues en la mayoría de las ocasiones recuerdo los sueños nocturnos. Algunos bellísimos y otros auténticas pesadillas en las que la luz del nuevo día disipa las brumas de las cosas terribles que he vivido. Es en ese mágico mundo de sombras y luces donde 'alguien' extraño sueña..."
SBP

Prólogo:
Es uno de esos sueños donde no recuerdo si hay historia previa que defina la trama. 
Un pequeño "Origen" donde iniciar el hilo argumental de este guión onírico. 
Así, sin ese conocimiento, de manera atropellada comenzaremos este relato-sueño...

Cambio de plano.
Estoy vestido elegantemente. Pantalón negro, camisa blanca pero sin corbata, zapatos relucientes. 
La primera sensación que experimento es la fuerza con la que me estrecha la mano mi acompañante. Es una mujer de pelo largo muy oscuro, una falda larga con estampado de flores, ese estilo informal que tanto me gusta y que no sé porqué me recuerda tanto a la campiña. Pese a los estampados florales de su vestido se le puede apreciar un cierto gusto urbano en su manera de vestir. Su blusa, a juego con la falda, le sienta de maravilla. No es una mujer de gran busto, pero su cara es preciosa. En ese momento me fijo en su cara. Está muy nerviosa. Me mira a los ojos fijamente.

¿No os he comentado donde me encuentro? En pleno centro de París. En esas avenidas grandes con edificios de marcado estilo neoclásico tan particular de la ciudad de las luces. Una ciudad dispuesta a impregnar tu alma.

Cambio de plano.
Desconozco la clase de relación que me une a esta mujer tan hermosa. ¿Amiga? ¿Compañera de trabajo? ¿Novia? ¿Mujer?  Realmente es un misterio. Mi personaje en el sueño no le da mayor importancia a ese hecho, pero mi otro yo, ese que mira desde fuera de plano en esta extraña dualidad del mundo onírico se realiza esa pregunta.

Cambio de plano.
En ningún momento dejamos de estrechar nuestras manos. Mi mano izquierda con su mano derecha. Las apretamos con tanta intensidad que puedo notar sus latidos a través de su piel. Estamos en un estado de alerta, como si la separación fuera a ser inminente. Un peligro nos atenaza y no sabemos identificarlo.

Cambio de plano.
El agua nos llega hasta los tobillos. Por eso estábamos intranquilos. En París se va a producir una inundación. Necesitamos un lugar de refugio elevado. Curiosamente y por alguna estúpida ley del mundo onírico no podemos entrar en ningún edificio a resguardo. Eso no es posible.

Cambio de plano.
Hemos corrido mucho a través de calles cada vez más inundadas. Estamos muy cansados. El agua nos llega ahora hasta las rodillas. Apoyados en un semáforo en un cruce observamos como el volumen de agua comienza a estropear las farolas y semáforos. No hay nadie más en las calles a parte de nosotros dos. ¿Somos las únicas personas que corremos por las desérticas calles de París?

Cambio de plano.
El nivel del agua sigue aumentando. Ahora nos cubre hasta la altura del pecho. Y mi otro yo, el espectador omnipresente, se sigue preguntando, ¿no nos introducimos en ninguna de las casas? Es un auténtico misterio, como si por alguna razón inexplicable supiéramos que eso es una trampa. Y tanto mi compañera de infortunio como yo sabemos, por alguna clase de motivo premonitorio, que la salvación solo llegará si seguimos en las calles.

Cambio de plano.
El agua en la barbilla. Me recuerda cuando aprendí a nadar y tragaba agua. Ella me mira desesperada. Ni aún en esta situación hemos despegado nuestras manos ni un segundo. Entonces escuchamos el ruido. Ese sonido característico de las  hélices de un helicóptero. Se acerca en aumento. El Ruido salvador. Bendito RUIDO, RUIDO, RUIDO... Nos han visto. 

Cambio de plano.
Es un helicóptero negro de combate. Pero no presenta ningún signo de armamento exterior, como ametralladoras ni nada similar. Uno de nuestros salvadores nos grita que nos soltemos de las manos, que la grúa solo podrá con uno. Mi acompañante y yo nos miramos fijamente con la determinación de no hacerlo. No nos soltaremos las manos. Y con decisión nos agarramos más fuertemente el uno al otro. Mi mano libre la sujeta de la cintura y entrelazamos nuestras piernas formando una sola masa humana. Nos chillan pero seguimos sin separarnos. Apoyo mi mejilla contra la suya en este abrazo. Finalmente nos tienden desde el helicóptero una cuerda con un salvavidas atado a ella.

Cambio de plano.
La cuerda aguantó nuestro peso conjunto. Estamos cubiertos con mantas y tiritamos. Seguimos estrechando fuertemente nuestras dos manos que no hemos soltado. En ese punto, en el interior de las palmas entrechocadas, es el único lugar donde aún nos queda tibieza. El resto de nuestros cuerpos, próximos a una hipotermia después de tanta exposición al agua fría, se encuentran entumecidos.

Cambio de plano.
El helicóptero nos deposita en una pequeña colina muy alejada del núcleo urbano. Desde ahí podemos observar la emblemática Torre Eiffel, más lejos "La defense". Y el orgulloso arco del triunfo anegado por las aguas de un París completamente inundado. En esta colina una pequeña cabaña nos brinda refugio. Tiene la forma de una pequeña cabaña de montaña, con sus tablones de madera redondos, acogedora, resultando una edificación pequeña pero en apariencia resistente. El helicóptero alza el vuelo y desaparece de nuestra vista para siempre.

Cambio de plano.
Entramos en la cabaña unidos por las manos. Nos preparamos un té. Nuestras ropas se han secado, mi otro yo omnipresente se extraña ante semejante milagro.
Y por vez primera desde que empezara este sueño, mi compañera y yo, soltamos nuestras manos. Estamos sentados en la mesa central de la cabaña mirándonos fijamente. La luz de mi pupila se refleja en su pupila con mucha intensidad, con tanta luz, que es una sensación acaparadora. Muy cercana al inicio de un enamoramiento. Siento la luz en los ojos de ella. Ella sonríe con un esplendor imposible de igualar en la realidad. Una cara angelical. Yo comienzo a inquietarme. Justo en ese momento para desgracia de mi personaje, mi otro yo omnipresente comienza a colisionar con mi personaje. Y dentro del propio sueño soy consciente que estoy a punto de despertarme. Es un sueño, un maldito sueño y la voy a perder. La miro por última vez ansioso y completamente nervioso. Ella me mira con dulzura, como diciendo a través de sus ojos "no pasa nada... yo también sé que es un sueño".

Despierto.
Despertador. Lo apago instantáneamente con excesiva fuerza. Estoy muy malhumorado. No abro los ojos, en la oscuridad de mi habitación aún tengo tiempo de conservar sus formas, sus ojos, su larga melena negra. Casi percibo su olor. Abro los ojos. Todo se evapora como el humo de una hoguera. Me siento en el borde de la cama, respiro hondo y elimino el malhumor de mi cuerpo. La toxina de la negatividad se va. Aun así, se por alguna clase de magia, que no volveré a ver a esta mujer nunca jamás en mis sueños. 

"no pasa nada... "


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia

18 comentarios:

  1. Grandes los sueños incluso para las personas que los perciben por mucho que los escribamos no saben lo que significa para nosotros sobre todo por lo que nos han hecho sentir muchas gacias por contarlo. Un abrazo.

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    1. Para mi este sueño es como un regalo jejejej No te imaginas cuanto.

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    2. Estimado Javier,

      Realmente para mi tambien fue un regalo inesperado.
      Me hizo aceptar algunos temas pendientes conmigo mismo.
      Y lo cierto es que no he vuelto a soñar con esa mujer.

      Dicen que siempre que soñamos con alguien, no podemos imaginar rostros qy que las caras siempre son las de alguien conocido. Pues por más que me esfuerzo no le encontré similitud alguna a esta mujer con nadie que conozca.

      Realmente la perdí, pero como me decía en el sueño con sus ojos... "no pasa nada". ^^ una gran enseñanza.

      Un abrazo muy grande Hikari Javier y por tu fidelidad, siempre bien recibida.

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  2. Me ha gustado esta entra entrada. Los sueños, sueños son. A veces se perciben más o tras menos.

    Soñar es un placer.

    Buen día.

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    1. Aiya Eowyn,

      Así es estimada Eowyn. soñar es un placer, y poder acordarme de los sueños otro grande, aunque últimamente mis sueños se han vuelto un poco caóticos y difusos. Y solo recuerdo partes realmente extrañas e inconexas entre ellas. Que lastima.

      Igualmente. Buen dia estimada reina élfica.

      Namarië Eowyn, Tenna rato.

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  3. Eso de no poder entrar en ningún edificio es típico de los videojuegos, que sólo te dejan acceder a los escenarios programados.

    No entiendo mucho de sueños, pero de toda la vida las inundaciones, ríos, cataratas y demás concentraciones de agua quieren decir que te estás meando.

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    1. Estimada Doctora,

      ¿seria acaso este sueño un videojuego orquestado por mi mente?

      jajajaja con razón estaba de malhumor y después de acercarme al lavabo me sentí de mejor humor... "no pasa nada..." ... si tienes un lavabo cerca.

      jajaja Usted siempre me hace reir, un humor particular.

      Un abrazo Doctora y hasta la próxima visita.

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  4. Los sueños son unos malditos desgraciados. Se burlan de uno, nos asustan, nos hacen pasar por situaciones que jamás querríamos pasar y nos obsequian cosas que nunca obtendremos en la puta vida.
    Recuerdo que cuando era chico soñé con una muchacha que aparecía en un acto del colegio. A esta chica la perdía entre la gente, pero en el sueño la amaba, y ella me amaba a mí. Era tan real. Pero desperté... Ese es el momento en que en realidad uno se siente con el agua al cuello.
    Muy original manera de narrar la historia NUTLA. Me encantó.
    Saludos.

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    1. Estimado Raul,

      Eso es. Los sueños son fabulosos y trágicos a la vez.

      A veces es una maldición despertar, y en otras una bendición. Quizás cuando despertemos de este sueño llamado vida tengamos la misma sensación ¿?¿? Quien sabe. :-P

      Tranquilo. UTLA. jajaja el parecido etimológico con mi hermano es confusión frecuente. ;->

      Un abrazo muy grande bruto escritor.

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  5. Un sueño digno de crear un nuvo genero cinematografico: la comedia romantico apocaliptica.

    Los sueños son el mundo al reves, cuando más alegre y feliz es el sueño con más mal humor recibimos el despertar, en cambio cuanto más horrible es la pesadilla más felices estamos de despertarnos.

    Un abrazo Ser Aquiescencia.

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    1. Estimado Shilmulo,

      ¿Comedia Romántica Apocalíptica? ein, ¿eso se puede registras? jajaja
      Aunque ya existen películas a ese efecto, recuerdo "memoiras de un zombie adolescente" que definiria a la perfección ese genero. ^^ jajaja

      Si, ¿verdad? es curioso esa ambivalencia de los sueños con la vida real.
      Un encuentro con uno mismo que resulta en un final distinto.

      Un abrazo muy grande Shilmulo, rey de los murciélagos del oeste.

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  6. Este sueño me recuerda a mi último viaje a París, el invierno pasado, pero la ciudad estaba invadida por la nieve, tormentas y remolinos incluidos.
    Tengo muchos sueños recurrentes, que se repiten. Hay uno algo parecido en el que aparece una ciudad bien definida (calles, plazas, parques...) que viene a ser un compendio de los lugares en que he estado.
    Saludos. Borgo.

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    1. Estimado Mr. Borgo,
      La ciudad de Mr. Borgo, curioso. Si alguna vez te decides a escribir sobre ella tenme al corriente. Me gustará leer acerca de esa misteriosa ciudad.
      Un abrazo Miquel.

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  7. De tus mejores relatos (que yo haya leído). Yo hace mucho que no recuerdo los sueños y si recuerdo algo son pequeñas partes como el otro día que soñé con una elefanta, a ver si Doctora sabe decirme qué significado tiene eso xDDD

    Un saludo, UTLA.

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    1. Estimada Edith T. Stone,
      Muchas gracias por tus palabras. Yo casi siempre ma acuerdo de mis sueños, aunque en ocasiones son una maldición, aunque en todos los casos yo lo considero una suerte.
      ¿Una elefanta? ¿Con una trompa muy grande o muy pequeña? Mejor no pregunte a Doctora, no querría usted saber. ^^ jajaja
      Un abrazo muy grande cuerda entre locos.

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  8. Me ha encantado, para soñar despierta y imaginar nuevos cuentos.
    Un abrazo.

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    1. Estimada Monica,
      Muchas gracias. En micaso para soñar (literalmente) y despertarme con frustación pero con una nueva experiencia aprendida.
      Un abrazo Sra. pin.

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