Cinco años atrás Aial se matriculó en la universidad de Psicología.
Quería ayudar a las personas. Tratar sus traumas, sus manías, sus miedos. Y determinar su curación.
En algún momento de su vida pensó que dicho poder se encontraba en la psicología.
" La mente es el instrumento mas perfecto que existe, pero también se puede estropear, y como no...arreglar".
Hoy... 7 años despues....
La graduación fue muy bien. Nada parecido a esas representaciones americanas de opulencia, con trajes y birretes negros. El suyo fue un acto casi espartano, un breve discurso, sin apretones fingidos de manos. Sólo los recién formados psicólogos y sus profesores.
Ahora ya estaban listos para entrar en la jungla de la realidad.
Pasó una semana...
Aial recibió una misteriosa carta.
"
Estimada Aial,
Reúnase conmigo en la cafetería de la facultad de psicología el próximo jueves a las 19:19.
Tengo un tema de suma importancia que tratar con usted.
Atentamente.
Doctor C.G.J.
"
- Que carta mas extraña. ¿ Quien será este doctor CGJ ? ¿ Y porqué me oculta su nombre ?
Sin embargo una creciente curiosidad anidaba en el interior de Aial.
Finalmente resolvió ir a la facultad el día y hora señalados.
Día: Miercoles. Hora: 19:19 Lugar: Cafetería de la facultad de psicología.
- ¿ Psicologa Aial ?
La voz grave que surgio de detras suyo le asustó. Consiguió dominar su nerviosismo.
Se volvió lentamente.
- ¿ Y usted es ?
No conocía aquella cara y sin embargo poseía unos rasgos que le resultaban familiares.
- No es momento de preguntas, ¿ desea ser realmente una verdadera psicóloga ?
Aial movió la cabeza en un gesto aquiescente.
- Si es así, entonces no dude señorita y sígame sin dilación.
El hombre dio lentamente la vuelta y se alejo por el pasillo. Aial estaba estupefacta. Estaba loca si seguía a aquel desconocido por el campus desierto.
Se repretó correctamente en el hombro su bolso, y con paso firme y decidido fue detrás del hombre.
- Buena elección Aial. La curiosidad y el atrevimiento alejan a uno de la masa borrega.
De repente estaban en el pasillo de los lavabos.
- Entra al lavabo de minúsvalidos.
Aial lo miró estupefacta. En una fracción de segundo recordó unas violaciones acaecidas en los lavabos del campus años atrás.
El hombre enarco una ceja. Una media sonrisa se escapo de sus labios.
- No temas nada. Confía en mi. Es parte del protocolo. Sígueme libremente o márchate.
Aial giró el pomo del lavabo de minusválidos y entro dentro. El hombre la siguió. Cerró la puerta. Acto seguido puso el pestillo. Dio un paso adelante y se acerco al espejo.
- Reconocimiento. AlphaOmega77. - su rostro se reflejó en el espejo un instante mientras todo el cubículo donde se encontraban giraba sobre si mismo. Como un cubo de Rubick ahora aquella habitación estaba en el otro lado... de algún sitio. La puerta de entrada orientada hacia el norte ahora quedaba hacia el sur.
- ¿ Que es esto...? - balbució Aial.
Estas en el pabellón secreto de la casta de los superfrikólogos estimada Aial. Es una sala que posee siglos de sabiduría. Solo podía traerte si accedías por propia voluntad.
Aial vislumbro un gran salón. Con grandes estanterias repletas de libros. Confortables Butacas enormes de cuero llenaban la estancia. Sentados en ellas personas de toda índole y vestidos con distintas modas realizaban lo que a ojos de un extraño parecería una tertulia de intelectuales. Ancianos de barbas blancas y túnicas blancas, similares a los antiguos griegos. Hombres con finos bigotes, pipas de madera, bastones de roble y trajes de chaqueta mas propios de 1900.
- ¿ Que es este lugar ? ¿ Donde estoy ?
- Te encuentras en la institución más antigua de Psicología del mundo. El bastión definitivo de la Psique humana.
- ¿ Y estas personas disfrazadas ? Es curioso, aquel de allí se parece enormemente a Freud.
- No se parece a Freud. Es él.
- Imposible. Me esta tomando el pelo.
- Nada es imposible para los que dominamos los poderes de la mente. Sígame señorita Aial. ¿ Te gustaría formar parte de todo este lugar ?
Aial posó su mirada sobre los grandes ojos de aquel hombre. Aquella mirada parecía sincera y afectuosa.
Asintió.
La condujo por algunos corredores. Mientras, conversaban sobre temas tan variopintos como la interpretación de los sueños, la similicadencia de los errores verbales o la psicopatologia de la vida cotidiana. Aial estaba sorprendida.
Finalmente llegaron a una sala de paredes completamente blancas. En su interior solo una mesa y dos sillas la aguardaban. Encima de la mesa unos folios. Un lápiz descansaba al lado de los folios.
- Por favor Aial toma asiento. Este es un cuestionario que realizamos a las personas del mundo exterior. No es ninguna prueba para ti. Solo necesitamos que lo leas detenidamente y te formes una opinión sobre nosotros y nuestros métodos. Después lo comentaremos. Cuando hayas acabado pica tres veces a la puerta.
Aial se quedo sola en la sala. Se sentó y comenzó a estudiar detenidamente aquellos folios.
... Tres horas mas tarde... Aial dio los tres golpes a la puerta...
El hombre acudió inmediatamente.
- ¿ Que tal Aial ?
- Es vergonzoso. No es posible. He leído y releído esos supuestos cuestionarios. Ninguno de ellos, bajo ninguna de sus respuestas permite discernir entre una persona sana y una mentalmente enferma. Los resultados de los cuadros siempre arrojan sujetos con problemas mentales. Desde el esquizoide, pasando por el psicopatologico. Pero ninguno, da como resultado una mente sana. ¿ Donde esta el error ?
- No hay ningún error estimada Aial.
- Entonces... ¿ no pretenden curarlos ? Nunca fue su intención curar a las personas... es horrible.
- Lo has comprendido a la perfección estimada Aial.
- Pero, eso es algo inhumano.
- ¿ Como crees que hemos sobrevivido tanto tiempo ? ¿ Curando realmente a la gente ? No te das cuenta Aial que se necesitan de seres superiores para dominar a la masa borrega. ¿ Que debo deducir de tus palabras estimada Aial ?
- Entienda lo que quiera. Nunca formaré parte de esto.
- Aial estimada. No sabes lo ciertas que son tus palabras. Lamento escucharlas.
Unas manos se posaron sobre Aial y luego fue todo oscuridad.
../..
Dos enfermeros del hospital general psiquiátrico paseaban distendidamente por las salas del pabellón de desquiciados mentales.
- ¿ Y esa chica nueva...? ¿ La trajeron ayer por la noche, verdad Pablo ? ¿ Ha dado problemas ?
- Que va. ¡ Imposibol mai fren ! Estado catatónico y mirada ausente. La encontraron en una cuneta y como no respondía a ninguna pregunta de la policía ...la trajeron aquí.
- ¿ Se sabe algo de ella ? ¿ Algú dni ? ¿ algún documento ?
- Te vas a reir Jose. Encontrarón un carnet de estudiante de psicologia. Era una psicologa recién graduada.
- Y ahora vuelve al redil.
Ambos rieron como borregos con sus batas blancas encosertadas en sus redondos cuerpos.
- La ostia. Si es que acaban fatal por pensar demasiado en cosas raras. Oye, ¿ acabamos tranquilamente el turno, vamos a hacer un cafe y ojeamos el partido un rato ?. ¿ Te hace ?
- Pablo, acabas de tener una idea brillante. Eres un genio.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
*Este relato esta dedicado a todos mis conocidos del ramo frikólogo que han tenido que soportar mis críticas y quejas. A todos ellos y ellas. Un gran abrazo.