«—¡Vamos a por ella! —exclamĂł Hansel—.
Nos vamos a dar un banquete. Me comeré un pedacito del tejado;
tĂş, Gretel, puedes probar la ventana,
verás que dulce es».
HabĂase un lugar,
llamado villa Loso, donde nacieron casi al unĂsono, una detrás de la otra, tres lindas niñas, y eran tan parecidas entre ellas que era difĂcil distinguirlas con una simple mirada.
La primera en salir del interior de su mama fue Zas, ella adquirió este curioso nombre por el sonido que produjo al ser parida, un ruido rápido como el chasquido de una lengua que golpea el paladar.
La segunda nacida fue Lli, miraba a todos lados curiosa, con sus enormes ojos bien abiertos, y reĂa, pero de manera extraña, como si fuera una pequeña comadreja.
La tercera y Ăşltima fue llamada Tri, pues habĂa sido la tercera en nacer, y esa palabra se utilizaba mucho como prefijo para indicar el nĂşmero tres.
A pesar de los nombres, no debierais pensar que los padres de las tres niñas carecĂan de cariño para con sus retoñas, simplemente poseĂan una escasa adquisiciĂłn del ridĂculo y no les daban importancia a los gastados ajustes protocolarios de su reino.
Zas, la primogĂ©nita, Lli la segunda nacida y Tri la Ăşltima, habĂan sido la primera triada de niñas nacidas en villa Loso en mucho tiempo, donde la mayorĂa de los neonatos eran hijos Ăşnicos. Extraños hasta la fecha habĂan sido los casos de gemelos, pero ni los más ancianos del lugar recordaban la Ăşltima vez que alguien habĂa visto una camada de tres reciĂ©n nacidos. Hizo falta molestar al alcalde, quiĂ©n abriĂł las puertas del histĂłrico registro de nacimientos desde tiempos inmemoriales y allĂ encontrar, el primer caso acaecido, hacĂa más de doscientos años atrás.
Se celebraron mĂşltiples fiestas y variadas celebraciones para agasajar a los papas de tan extraordinario suceso. Vinieron personalidades de todos sitios y lugares. Obtuvieron grandes abrazos, mejores regalos y vanos consejos. Para cuando por fin los papas de las tres niñas pudieron disponer de más tiempo, recordaron que aĂşn no habĂan inscrito a sus retoñas en el registro de personas sintientes de villa Loso.
El papa marchó prestamente retrasado a inscribirlas en el registro, pero después de tantas celebraciones, los nervios, acompañados de su mala memoria, hicieron mella en él, y no supo recordar el orden exacto del nacimiento de sus hijas. Empezó a cavilar, y acertó de puro milagro el orden de Lli, pero falló al recordar a las otras dos, y es por ello que les cambio el orden. Tri paso a ser la primogénita, y por arte de
estupidimiento Zas, la primogénita original, pasó a ser la tercera nacida.
Sin más importancia que tan solo el estĂşpido orden, las tres niñas se criaron de manera agradable por sus papas. Con el paso de los años, y debido a la fama que adquirieron las tres hermanas, a los extraños casos de trĂos de hermanas nacidas al unĂsono, se les llamĂł Trillizas, en honor a Zas, Lli y Tri.
«Sin conflicto no hay relato, pero hay trillizas». ^^
Esto es verdad, y no miento.
Y como me lo contaron, os lo cuento.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia