Mostrando entradas con la etiqueta Es aquiescente.... Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Es aquiescente.... Mostrar todas las entradas

miércoles, 9 de septiembre de 2020

«Seguramente habían calumniado a Joseph K., pues, sin que nada malo hubiera hecho, fue detenido una mañana».

Esta obra, El proceso, es la historia de una venganza, graciosa, personal y transcendente de Franz Kafka contra el mundo del derecho; y es por ser, él mismo, parte de ese mundo —se doctoró en derecho en la universidad de Praga en 1906— que somete con sorna y debate la justicia de los hombres al arbitrio de nosotros los lectores. 

Algunas de sus primeras sentencias son clarificadoras, tales como la siguiente:

«La falsa creencia en la seguridad del estado que se preocupa por sus ciudadanos».

De suerte que esta absurdidad, propia de un genio, Kafka, que en sus últimos días, muriéndose, entregó los manuscritos de sus obras a su íntimo amigo y consejero literario, Max Brod, y le conminó que, a su muerte, los quemara. Sería porque ¿pocos lo leían en vida? Quién sabe. En todo caso, su fiel amigo, desatendió esa última petición, y aunque la promesa de amistad fuera traicionada, ello nos ha permitido disfrutar de la escritura de Kafka, un portento no reconocido en vida, pero valorado mucho después. 

«No hay armas contra esta justicia; es obligado confesar. En la primera ocasión, confiese».

Al anterior anecdotario anterior aporto la pregunta que cualquier lector se hace y que también comentamos mucho en el grupo de lectura Letraheridos del que soy asiduo, quizá esa súplica final de Kafka no fuera, después de todo, más que una mascarada, una personificación del teatro del absurdo llamado vida, una solicitud interpretada hasta el final donde, ni el propio Kafka, confiaba en que su amigo cumpliera lo dispuesto. En todo caso, y gracias a esa lealtad en contra de él mismo, tenemos su obra en nuestros días.

«No puedo decir, tampoco, que esté usted acusado: o, más bien, ignoro si lo está. Que está usted detenido es exacto, y no sé nada más».

El Proceso es una burla al sistema judicial. De entrada, Josep K. —el protagonista— nunca llega a leer ni oír la acusación contra él; esta no se pronuncia, no cobra forma en ninguna carta, manuscrito, libelo o pliegue jurídico y ni tan siquiera uno solo de los personajes que aparecen, y aparecen muchos, menciona tan siquiera de pasada en qué consistirá su sufrimiento legal.

«
Josep K.—¿Cómo se entiende que vaya al Banco, puesto que estoy detenido?
Inspector—Usted no me ha comprendido bien. Está detenido, sí, pero eso no impide que cumpla con sus obligaciones. Nadie le prohibirá llevar su vida normal.
»

Así, el tiempo novelístico pasa de palabra en palabra en la inopia del motivo acusador; y ni siquiera al propio afectado parece importarle el porqué de su asunto con la justicia, sino más bien el cómo. No le importa —al lector sí— el origen del crimen, sino como subsanarlo, es esta contraposición, la avidez del lector vs la absolución del personaje, querer saber más vs la pragmática resolución favorable, lo que enfrenta en toda la obra la curiosidad lectora y la habilidad de Kafka por no querer decir.

«¡Hay tantas sutilezas en las que la justicia se pierde! Llega a descubrir un crimen allí donde nunca lo hubo».

Y Joseph K., simplemente nombrado K. la mayoría de veces, es un personaje guiado por una hábil mano, un personaje que recorre los vericuetos de ese circo creado por los hombres llamado Justicia y que tan bien recrea para burla y escarnio el autor.

«[…] el proceso seguía su curso y que allí arriba, en el granero, los funcionarios de la justicia quedaban pendientes de los archivos de este proceso […]».

Resulta gracioso, al menos lo resulta en los primeros capítulo, como Kafka reduce al ridículo los espacios físicos donde se erigen los templos del derecho, pues los palacios de justicia se encuentran en los lugares más mundanos y ridículos: habitaciones en edificios de cinco plantas, graneros, puertas ocultas tras camas, almacenes, etc.

«[…] la escalera de madera no aclaraba nada. K. advirtió que cerca de la subida había un cartelito y corrió a verlo. Estaba escrito con mano torpe. La inscripción decía: «Escalera de los archivos judiciales». Así pues, los archivos de la justicia se encontraban en aquel hórreo […]».

No son menos ridículos los personajes que vigilan el paso a los edificios, y así, de todas guisas e índoles, nos dibuja a atípicos guardianes: lavanderas, jueces, pintores, policías, inspectores, chiquillas (algunas jorobadas), extranjeros italianos, abates. Podrá darse cuenta el elector de la transgresión del autor al nombrar a personal no cualificado como parte del entramado jurídico, rebajando de esa manera la importancia de la justicia, la bufonada que supone para él, y para el común de los hombres, enfrentarse a la burrocracia justiciera. Pero es que, como Kafka persigue y explicita en un momento de la justicia: «todos somos parte de la justicia», es decir, y esta es una elucubración mía, todos somos parte de la bufonada.

«Es muy posible que ninguno de nosotros sea de corazón duro, inclusive estaríamos dispuestos a brindar un favor a quien lo necesitara; pero, en calidad de empleados de la justicia, aparentamos a menudo que somos de mal corazón y que no queremos ayudar a nadie».

No puedo negarlo, me he reído, sobre todo en los primeros capítulos, pero no se deje engañar el astuto lector por estas palabras; la narración se extiende, va más allá y poco a poco, hasta sus últimos capítulos, aunque sin perder ese tono caricaturesco-kafkiano, ahonda en la seria reflexión, acabando en un último capítulo triste, oscuro y esclarecedor de lo que, tal vez, quería transmitirnos Kafka.

«[…] asimismo es posible comprender algo y engañarse a un tiempo acerca de lo mismo».

Es El proceso una obra por la que merece echarse una risas y, por qué no, también unos lloros, pues quién esté libre de multas que pague la primera de ellas.


*nota*: Kafka es aquiescente.
«aprobaba con movimientos de cabeza cuanto iba diciendo el abogado, punto por punto, dirigiendo una que otra mirada a su sobrino como para dar ánimos a su aquiescencia».


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia

miércoles, 12 de agosto de 2020


«Tarde o temprano tenía que suceder».


Así es, en algún momento u otro —quizá no— se produzca el temido o esperado primer contacto con algún ser, material o forma de vida extraterrestre; y eso es lo que Arthur C. Clarke refleja en esta maravillosa historia ganadora en 1974 de los prestigiosos premios de ciencia ficción: Hugo, Nébula y Locus. Rama un, ¿vehículo?, ¿cometa?, ¿planeta?, enorme que visita nuestro particular vecindario cósmico.

«En verdad, la estrella que el viejo Wells describía no era fría sino incandescente, y provocaba la mayor parte de la destrucción por el calor. Eso importaba poco; aun cuando Rama fuese un cuerpo frío que sólo reflejara la luz del Sol, podía causar la destrucción por la fuerza de gravedad tan fácilmente como por medio del fuego».

Y si Wells describía a la vieja estrella como incandescente, el tono usado por Clarke para la novela es frío, distante con los personajes y sus preocupaciones, pero es que eso no importa. Es Rama, en toda su inmensidad, el protagonista indiscutible de la trama; así, las simples hormigas humanas que pululan por él, que lo estudian, que lo analizan, y que llevan a cabo más tareas de las que no quiero acordarme; son justamente hormigas humanas curiosas, provenientes de los distintos planetas colonizados del viejo sistema solar que unidas se afanan en descubrir los misterios ocultos de este cuerpo celeste que nos visita.

«Rama era silencioso como una tumba… y quizá fuera eso en realidad».

¿Y qué es Rama? El arco argumental de la novela pasa las páginas intentado dar respuesta a esa pregunta, si lo consigue o no es algo que cada cual deberá leer; lo que sí puedo adelantar es que si te gusta la ciencia ficción no te defraudará, pero ¡ojo!, es ciencia ficción dura, de la dura dura, aun más que cualquier diamante, carburo o grafeno. Datos técnicos abrumadores que impresionarán a los amantes del subgénero.

«Si Rama es un mundo muerto, o deshabitado, […] se encuentra en la posición de un arqueólogo que descubre las ruinas de una cultura desaparecida. […] Ejemplos obvios son Schliemann en Troya y Mouhot en Angkor Vat».

No pude evitar recopilar la anterior frase, ya que en mi primera novela —y única novela hasta la fecha, «Smoking Dead», me perdonaréis ser autorreferencial— también recogí esa mítica ciudad, Angkor, como parte del entramado de fondo aunque fuera solo como una referencia sutil y lejana.

«Según los libros de historia hubo una época en que la antigua organización de las naciones Unidas estaba formada por 172 miembros. Los Planetas Unidos tenían solo siete, y eso ya era causa de suficientes problemas».

Y si antes comenté que el tono de Clarke era frío desde luego destila ironía y una crítica, como solo un autor de anticipación —por llamar al género de alguna manera— en frases destiladas con cierta mala baba critica nuestros procederes actuales.

«Él no era de los que se resignaban a una aquiescencia pasiva».

(+1) Punto Aquiescente para Arthur C. Clarke
Como no, un autor que usa la superfragilística palabra Aquiescencia en su novela merece, además de los mencionados tres permios anteriores, el Punto Aquiescente (+1); galardón tan o más prestigioso que los anteriores, y si no pregúntenles a los habitantes de Rama. ¡Ellos se lo explicarán si es que pueden dar con ellos!




Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


domingo, 18 de noviembre de 2018




«Un gran poder conlleva una gran responsabilidad»



Cuando era apenas un crío sufrí acoso escolar. Extraña resultaba la semana que no recibía insultos, vejaciones, golpes, arañazos o incluso heridas...

Después de aquellas sesiones de interminable ensañamiento llegaba a casa, me encerraba en mi habitación, me secaba las lágrimas y me sorbía los mocos; el ritual, aunque típico y patético, me sedaba y me permitía arrastrarme hacia aquella otra realidad, donde mi destrozado ego se evadía entre las páginas de aquellos viejos cómics de superhéroes.

Recuerdo mucho a Spiderman, en aquel entonces nuestro trepamuros favorito —nuestro amigo y vecino Spidey—, no salvaba al mundo tan habitualmente como lo hace ahora. Sus historias combinaban la excelencia heroica con la cotidianidad de su alter ego, el también conocido Peter Parker.

Este último me resultaba fascinante, un personaje cercano, un adolescente tan poco adaptado a la escuela y a la vida como yo mismo.

¿Quién podía haber creado a un ser que se pareciera tanto a mí?

El nombre y apellido del creador, Stan Lee, aparecía en unas letras pequeñas en la parte inferior de la portada, como si el propio autor no quisiera ensombrecer a su creación.
Durante años, crecí admirando aquellas hazañas, no tanto del activo superhéroe, sino del hombre que se ocultaba tras ella, de su particular heroísmo silencioso.

¡Y así, con aquellos cómics, crecí!

El bueno de Stan no hizo que mi infancia fuera mejor, ni que los abusones dejaran de golpearme, tampoco conseguí superpoderes que me ayudaran a defenderme, pero hizo algo infinitamente mejor, consiguió hacerme creer que con esfuerzo y valentía podía llegar a ser  una mejor persona, a no tener miedo y a convertirme en un ser más noble.


Gracias, estimado Stan Lee, por todas tus enseñanzas.


Este homenaje resultó de una idea inicial de @Roger Wilson para...


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


domingo, 22 de julio de 2018

«Recordad aportar vuestra pequeña brizna de luz a este maravilloso mundo»


Habíase un lugar.

Aquiescencia pura en el interior de un universo, de una galaxia, de un sistema, de un planeta, de un país, de una provincia, de una ciudad, de un barrio, de una calle, de una persona, de una prenda...
Un pequeño microcosmos de hilos bordados, tejidos por una máquina según un patrón automático de ordenes programadas (no por ello menos amorosa), en el que reside una musicalidad que, de poder esenciarse, transmite lo que, para UTLA, es la clave, la armadura, el pentagrama y algunas de las notas que conforman la armoniosa melodía del amor: tolerancia, diversidad, apoyo, amabilidad, perseverancia, estudio, sencillez, simpatía, ayuda...
La importancia del amor hoyaba, hoya y hoyará pequeños surcos en la tierra de la que brotarán los necesarios silencios, pues el mutismo, después de las estruendosas inflexiones que provoca la verbosidad, recreará páramos en los que el vacío dirá más que la ausencia del mismo. Las ocasiones en las que lanzamos las ondas, que llamamos palabras, provocan un ruido innecesario con frases como: Encuentra tu voz. Un cliché que confunde a cualquier escribiente, como si la sola pronuncia de esa frase, debiera convertirnos a todos en oradores. ¡Qué lejos queda la voz de lo que, con deleite, es la mayor satisfacción de los escritores! El silencio.
Amar la paz del silencio, o el silencio de la paz, es permitir que esa ambigüedad te satisfaga, sin derrotar a otros, sin acallar voces, una muda concordia que te anima a prosperar, a ser mejor, a ilusionarte, y que pueda ser compartida por muchos otros seres. Abatamos pues la sonoridad monstruosa de nuestro entorno, eliminemos el vocerío innecesario de la intolerancia, pues es en la sosegada quietud, cuando leemos o escribimos desde el amor, cuando nos quedamos a solas con los pensamientos del otro (el que escribe) y el nuestro (el que lee), que en realidad somos felices.

Solo existe el amor.


* * *
Agradecer al Aula de escritores y 
a los compañeros ponentes, 
con todo mi amor, 
este primer congreso
* * *



Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


domingo, 14 de junio de 2015


"Estimados,
Este relato me lo envió Tortajet, un ser mentalmente divergente e inquieto por naturaleza a quien conocí hace años; con su característica alegría me propuso la publicación en este pequeño espacio.
Cosa que por fin haremos, espero lo disfrutéis mucho. ^^
Un abrazo muy grande.
«Sólo existe el amor»."
UTLA

El doctor se encuentra sentado tras su despacho, es un hombre alto y pálido, varias arrugas surcan su frente desprovista de pelo mientras frunce el ceño. Su bata de laboratorio está impecablemente blanca y una pequeña chapa dorada con su nombre adorna la solapa izquierda, en ella se puede leer "Dr. Woltz".

- Esto es... ¡Imposible! - dice en voz alta.

El sonido de su voz reverbera en la habitación escasamente amueblada.

Aparte de su escritorio hay una taquilla que hace las veces de armario para la ropa y efectos personales, una litera de madera aglomerada con un colchón fino y sábanas verdes, un par de estanterías llenas de libros de química y geología y una mesilla de noche con un cuadro en el que se puede ver la imagen de su difunta esposa.
El despacho no tiene ventanas y está pobremente iluminado por un fluorescente con el cebador tan gastado que es incapaz de evitar un continuo parpadeo, emitiendo un ligero zumbido cada vez que se carga.
El doctor ojea una y otra vez el informe de laboratorio con el resultado de los análisis del espectrómetro.
Balancea su cabeza calva hacia los lados, como negando la evidencia de los resultados.
Emite un ligero suspiro y activa la micro-cámara implantada en su ojo izquierdo presionando su sien mientras empieza en voz alta y clara:

- Doctor Woltz, 23 de febrero de 2020, el análisis espectral de la sustancia X-808 revela la presencia de dos capas de electrones conteniendo en su último orbital 4 electrones de valencia. El peso atómico de la sustancia es insuficiente o demasiado elevado para la cantidad de electrones presentes, lo que lleva a sospechar...

El doctor se interrumpe cuando la puerta de su despacho se abre.

- Ahora no Cristine! Estoy realizando la grabación para el registro de hoy - dice sin prestar atención con la mirada fija en sus papeles.

- Estimado señor Woltz... - Contesta un hombre con marcado acento japonés.

El doctor levanta la cabeza y distingue la figura de dos hombres, pero el potente alógeno que utiliza para leer no le permite ver con claridad, alarga el brazo y lo gira en dirección a sus invitados.

- ¿Quién es usted? - pregunta con timidez per sin dejar entrever su sorpresa.
- Disculpe mis modales doctor, - contesta con seguridad el hombre de acento japonés y continua con gran frialdad - me llamo Hakura y este es Ando - señala con un ademán al otro hombre, tiene aspecto de militar y está embutido en una chaqueta metálica pesada, Ando sonríe y realiza una forzada reverencia.
Ninguno de esos dos hombres tiene intenciones amistosas, detrás del traje negro de ejecutivo y las gafas oscuras, se esconde un hombre realmente peligroso.
Sin pedir permiso Hakura se sienta frente al doctor Woltz.
- Tenemos entendido que está trabajando en un proyecto en el que mi cliente, por decirlo de algún modo, desea participar.
- Como usted se imaginará, el "proyecto" del que usted me habla no me pertenece, debería usted hablar con su legítimo propietario.
- Ya lo hemos hecho - contesta secamente Hakura.
- ¿Y bien?
- Desgraciadamente no supo apreciar el interés de mi cliente ni la generosa oferta que le propusimos.

Woltz guarda silencio y dirige una mirada furtiva al segundo hombre, Ando, que aguarda de brazos cruzados frente a la puerta.
Hakura continúa.
- Usted es un hombre culto y de renombrada inteligencia, suponíamos que sería usted más razonable.

Ahora Woltz lo tiene claro, esos hombres tratan de intimidarlo, e indudablemente le están amenazando. Woltz se apoya en el respaldo y cruza los brazos sobre la bata.
- ¿Qué es lo que usted propone señor Hakura?
Una sonrisa triunfal cruza la cara del japonés, apoya ambas manos en el escritorio antes de lanzar su propuesta.
- Recogerá usted todas las muestras de la sustancia X-808, junto con todos los análisis y resultados. Dejará este cochambroso sótano para trasladarse a unas nuevas instalaciones más adecuadas para alguien como usted y trabajará "exclusivamente" - pone especial énfasis en esta palabra - para mi cliente, no podrá contactar con nadie mientras dure la investigación.
- Entenderá usted que eso me llevará varios días por q...
- Tiene 24 horas - interrumpe Hakura.

Woltz cierra los ojos y se masajea el entrecejo, analiza sus opciones, cómo librarse de esos dos asesinos y marcharse...

- De acuerdo - dice finalmente - estaré listo a las 8:00 de la mañana.

Hakura se levanta, la luz parpadeante del fluorescente le confiere un aspecto siniestro pero parece satisfecho. Hace una señal y Ando desaparece, antes de salir de la habitación le dirige una última mirada.
- Es usted un hombre muy listo señor Woltz, tal como nos habían comunicado.

Eran las 3:00 de la madrugada. Desde que Ando y Hakura habían salido del despacho el doctor Woltz se movía con ritmo frenético. Ya había destruido todas las muestras de la sustancia X-808 junto con los análisis. Sólo quedaba una y la llevaba bien escondida en su bolsillo subcutáneo cerca del estómago.
Salía por la puerta trasera del edificio de investigación de materias peligrosas aprovechando la oscuridad de la noche, llovía abundantemente y las gotas de agua resbalaban desde su frente hacia su nariz en todas direcciones. Jadeaba y miraba frecuentemente hacia atrás, al torcer una esquina sacó su teléfono celular buscado el nombre "Luca". En ese instante un brazo metálico le golpeaba en el estómago, levantó la vista únicamente para poder ver la cara de su asesino.
Ando le miraba con cara de satisfacción mientras el destripador implantado de su cyber-miembro hacía su trabajo.
El puño de Ando se cerró violentamente mientras cogía la muestra oculta del doctor Woltz, al retirar el brazo los intestinos se le desparramaron por el suelo del callejón.
- Ya la tengo - dijo Ando tocando su comunicador de la oreja.
Woltz cayó de rodillas sujetándose el vientre mientras la vida se le escapaba, las lágrimas se acumulaban en sus ojos mezclándose con la lluvia y en un último suspiro sólo alcanzó a decir "Lo siento, Sofía".

By TORTAJET.


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia

martes, 5 de agosto de 2014



Hola Estimados,

Recién vuelvo de mi viaje por el continuum.

Mi hermano NUTLA se ha ido sin despedirse.
Será siempre bienvenido si aprende a tolerar este espacio.

Los hechos acaecidos me hacen recapacitar acerca de la arrolladora fuerza negativa de mi hermano.

Imparable para mi pobre humano y nuestro querido IGNATIUSBP.

Sobretodo ha sido una dura carga para mi pobre humano.

IGNATIUSBP al fin ¿liberado? de la habitación repleta de comida donde se encontraba.
Lloró desconsoladamente, aún no se si de pena o de alegría. Así es IGNATIUSBP. ;-P

Para evitar el recaer de este pequeño espacio os presento a una guardiana, alguien contra quien la negatividad de NUTLA jamas podría hacer mella. Dejad que os presente a ...

"Feli"

¿ Cómo ? ¿Aún no ha llegado ? ^_^

Quizás...en la próxima entrada... ^_^... ella misma se presente.
Bienvenida "Feli".

Y recordad que sólo existe el amor.

Aquiescente, siempre aquiescente.


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia

viernes, 23 de noviembre de 2012

Comienzo la lectura de este gran clásico...



Después de haber visto unas cuantas películas girando en torno a esta manida trama, me doy cuenta, página tras página, que ninguna de ellas ha captado la angustia que transmitía el Señor Stevenson en su novela.

Se nos presenta a un débil Dr. Jekyll lleno de cargas morales, ¿ es realmente él el malvado, el asesino ? ¿ o todos los males son achacables a su otra personalidad ?

Pero si ambos comparten el mismo cuerpo físico y por lo tanto son uno mismo, ¿ no son culpables ambos ?
Tal vez podemos... NO, me corrijo... debemos... por la obligación moral y psicológica a la que estamos atados, separar cada personalidad transformándolas en entidades independientes.

Porqué , ¿ no es acaso el ser humano algo más que materia, que polvo a las cenizas ? No llevamos en nuestro interior una chispa que nos mantiene anhelantes y vivos en este triste y sórdido mundo.

Me aterra esta narración, sobretodo el punto de vista ingenuo del abogado del Dr. Jekyll, quien lleva todo el peso de la narración sobre sus hombros. Y sólo al final, de manera epistolar, utiliza el autor la propia voz del buen Doctor para revelarnos aquellos detalles de la trama que se nos pudieran haber escapado.

Esa constante falta de valor para aniquilar tu propia existencia, a sabiendas que mientras vives, el otro, el yugo de la perversidad, el monstruo que hay en ti, también sigue vivo, perpetrando sus más mezquinos planes... ¡ Es horrible !

Pero lo que te paraliza, es pensar que quizás no sean únicamente sus planes, si no que insconcientemente sean también los tuyos.

Da más miedo, ¿ el castigo sabiéndote culpable, o sufrir la terrible angustia de creerte culpable sin tener pruebas de ello ?

Mr. Hyde, ese temible esqueje oscuro que todos llevamos dentro.

  • Cita: "Sería inútil prolongar esta descripción y me falta tiempo para hacerlo. Sólo diré que nadie ha sufrido tormentos tales, y con eso basta. Y, sin embargo, el hábito de sufrir me ha valido, si no un alivio, sí al menos un relativo encallecimiento del espíritu, cierta aquiescencia a la desesperación." (Robert Louis Stevenson)

Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia

viernes, 8 de junio de 2012

RAY BRADBURY

Es de noche, estoy repasando mi lista de blogs amigos, llego a "La noche de los wasabis verdes fritos".... y me entero de esta triste noticia.

Hace dos días, exactamente el 5 de Junio de 2012, a la edad de 91 años nos abandona Ray Bradbury.

Me encantaba Ray, no lo consideraba un gran escritor en cuanto a su prosa, pero sus historias maquiavélicamente retorcidas sobre las implicaciones humanas del futuro te hacían realmente pensar.

A continuación podéis leer dos reseñas sobre este gran autor que nos abandona :

Casualmente dos semanas atrás en el tiempo, me encontré este video en la red.
Me encantó y guarde su ruta.

Dice la leyenda urbana, que una periodista le preguntó muy fugazmente a Ray su opinión sobre la canción de Rachel Bloom y su "Fuck me Ray Bradbury".

El cachondo de Ray contestó animadamente, "Me encanta".

No se me ocurre mejor homenaje de despedida a uno de los maestros de la Ciencia Ficción.

SBP



Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.

lunes, 13 de febrero de 2012


Miguel Delibes

  • Novela: "La sombra del ciprés es alargada"
  • Cita: "Le sonreí como único medio de expresar mi aquiescencia."


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.

miércoles, 8 de febrero de 2012

aquiescencia .

(Del lat. acquiescentĭa).


1. f. Asenso, consentimiento.

2. (otro ámbito y SBP). Tolerancia.


Aquiescencia es poder vislumbrar la paz

Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.

Safe Creative

Safe Creative #1606140237321

Youtube

Histórico entradas

Leer por email

Mis lecturas en GoodReads

Libros de S. Bonavida Ponce

*Information by Goodreads
Smoking Dead Smoking Dead
reviews: 5
ratings: 6 (avg rating 4.50)

Aquiescencias Aquiescencias (Tomo I)
reviews: 2
ratings: 2 (avg rating 4.00)

Antología letraherida Antología letraherida
ratings: 2 (avg rating 5.00)

Letraheridos: Boletín #1 2018 octubre Letraheridos: Boletín #1 2018 octubre
ratings: 2 (avg rating 5.00)

Antología letraherida: Volumen 2 Antología letraherida: Volumen 2
reviews: 1
ratings: 1 (avg rating 5.00)