Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
La tradición popular se esfuerza en decir que el 13 es un número de mala suerte. Una superstición ligada a la religión. Me gustaría llamarlo un giro numerístico, en clara homonimia lingüística tal y como afirmaba Ferdinand de Saussure, y ¡que la mala suerte no existe!
Significado y significante, número y mala suerte, son arbitrarios, en Japón el número de la mala suerte es el 9, en China el 4, en Estados unidos el 191, para algunos es el 666 y para otros el 3.
La mala suerte no existe, se la labra cada uno en su quehacer diario, en su fuero interno, en su pensamiento; después achacamos a los números lo que nuestras acciones no acometen.
Me gusta pensar en los números cómo
aliados, amigos que, junto a las palabras, nos ayudan a construir un mundo
mejor.
¡Os deseamos un aquiescente y Feliz 13º Aniversario!
Nada más iniciar la reseña de este libro debo parafrasear a la célebre escritora Patricia Highsmith: «Creo que la pasión por la justicia pública es bastante aburrida y artificial». Esta sentencia desvela parte de la crítica implícita en la obra de Rosa Reis hacia la policía, el sistema judicial y el mundo editorial.
Qué hacemos es una novela detectivesca ubicada en los barrios altos de la cosmopolita, gótica y literaria ciudad de Barcelona. El escenario no podría ser mejor y tampoco casual, pues la tríada social, urbanística y cultural, permite a la novela adentrarse en los barrios de gente adinerada y descubrir sus oscuras intrigas.
Es en ese entorno donde los personajes, la sargento Roa y el caporal Chouzas, investigan un asesinato. La mujer y el hombre aunan la trama detectivesca con sus desvaríos personales y literarios. Y quizá sea esta última palabra la que, a priori, chirría en este entorno noir: ¿Literatura en una novela policíaca? Así es, pues con gran acierto Rosa Reis introduce ese atípico tropo en un género que no suele tratar el tema, pues no solo de crímenes vive Qué hacemos y entre sus páginas encontramos grandes referencias a Sylvia Plath, Alejandra Pizarnick y Tove Ditlevsen, sin olvidar a sus homónimos masculinos como Thomas Mann, Fiódor Dostoyevski o Gabriel García Márquez.
Lejos de resaltar lo literario, es en esa enumeración de autores reconocidos donde se vislumbran los múltiples juegos de espejos de la novela, que confronta el machismo de nuestra sociedad y lo desgaja en sus variados aspectos: el literario, ¿por qué hay más autores que autoras?; el criminal ¿los hombres cometen más crímenes que las mujeres?; el sexual, ¿hay equiparación salarial entre hombres y mujeres?; el económico, ¿se persiguen menos los crímenes de ricos y poderosos que los de los pobres?
Planteadas las cuestiones, en este páramo cruel
y oscuro que supone la novela negra, Qué hacemos con el tiempo que nos queda
se adentra en los machismos y sus múltiples caras, se abre paso incidiendo con
un estilo cuidado en su ejecución, una trama elaborada, un gran bagaje
literario y un final que no dejará indiferente.
Cuentos reducidos a la mínima expresión. Un abecedario de
experiencias vitales abreviado en la quintaesencia de lo que debe ser una ristra
de narraciones cortas. No en vano Juan Pablo Fuentes, excelente orador, cuentista,
dramaturgo y lector empedernido, nos muestra en esta amalgama de invenciones,
autoficciones y clásicos un bien ejecutado refrán: «lo bueno, si breve, dos
veces bueno», aforismo puesto de moda por un escritor amante de la concisión, Baltasar
Gracián, que en tono socarrón también aseveraría en contra de sus críticos: «Y
aun lo malo, si poco, no tan malo».
En el debut de Abecedé, la presentadora de la obra, Neus
Arqués, comprendió y citó el leitmotiv implícito en el libro: la lucha de los
diferentes personajes contra sus heridas. Una trayectoria literaria que los
afortunados también pudimos leer en su primer libro, un libro-casa, Palomitas,
donde la pequeñez del formato y los escritos no resultaba casual.
En otros aspectos, Abecedé muestra el gran contraste entre la brevedad de sus textos versus la amplitud de sus temas: sexualidad desbordante e hiriente no apta para lectores mojigatos, ¡bebe, bebé!; incestos clásicos de corte griego; maridajes frustrados entre mindfulness y psicopatías de un demente, ¡oohhmm!; el imperio de los sentidos, entre óperas, bibliotecas y demás lugares de depravación cultural; dicotomías extrañas entre, ¿ciencia o ciencia ficción?…
Y ¿por qué extenderse más allá en esta lista
cuando lo mejor es leerlos? No se quede nadie con las ganas y degústenlos. Y si
quieren saber más acerca de Juan Pablo Fuentes y poseen gustos literarios, tienen
suerte, pueden encontrarlo en su inmensa faceta bloguera, en www.liblit.com, su blog, donde Juan Pablo, en
esta ocasión, nada breve, nos regala más de 2000 reseñas.