Un pequeño homenaje a Lady Matkow y al Hobbit. Por brindarnos todas esas entrañables horas de ilusión. |
En la pequeña colina de 'caramelo cerrado' un pequeño halfman disfruta tranquilamente de los últimos rayos de luz del atardecer. Es un día importante. La festividad del solsticio de invierno solo sucede una vez al año.
Un personaje de cabellos grises con una raída manta verde se encuentra justo al otro lado de la valla que separa el jardín del sendero de paso. El extraño personaje no dice nada y nuestro pequeño halfman se inquieta.
- Buenos días forastero. Se os saluda , ¿ que se os ha perdido por estos lares ?
El extraño personaje de la raída manta verdosa hace caso omiso de las palabras. Saca unas hojas secas del bolsillo interior. Las va triturando lentamente en la oquedad de su larga pipa. Se sacude los restos de hoja seca que han quedado entre sus dedos pulgar e índice. Finalmente, con ese aire parsimonioso que parece caracterizarle, les prende fuego. La vieja pipa alargada transporta al cielo un intermitente humo gris. El pequeño halfman mira boquiabierto el espectáculo. El aromático humo hiende el aire. Y nuestro pequeño amigo comienza a toser mientras un extraño sopor se apodera de él.
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La cabeza del pequeño halfman le da vueltas. Se encuentra en el interior de una gigantesca cueva. Estalagmitas y estalacticas surgen por doquier. En torno a él, nueve personajes le miran con extrañeza. El pequeño halfman fija su mirada en todos ellos. Hay una mujer con extraños cabellos llameantes, otra a su lado completamente vestida de negro, un caballero con lo que parece una armadura muy brillante, dos o tres rudos enanos del norte, una pequeña gnoma marrón. Otro extraño guerrero con una extraña coraza semejante a la piedra, una duende vestida de verde que porta colgado al hombro un zurrón marrón. Extraño grupo, piensa el pequeño halfman.
Separado del resto, el personaje ataviado con la raída túnica verde y que fumaba parsimoniosamente en aquella alargada y extraña pipa, mira fijamente al techo de la bóveda.
"Nueve....son nueve en total."
- Y contigo dies. Pobresito, pobresito... aun esta aturdido ... aturdido y confuso. - comenta una pizpireta voz que parece surgir de la gnoma marrón. Aunque con tanta oscuridad es difícil de asegurar.
"Dicen que los gnomos marrones pueden leer las mentes."
- Perdonen Miladies y Caballeros. ¿ Donde me hallo ? No, esperen... ¿ Quienes son ustedes ?
Uno de los enanos, con unas extrañas gafas de excavador, se desmarca del grupo. Porta en su mano derecha la típica hacha de excavador de los enanos monteños del norte.
- Hola pequeño halfman. Mi nombre es Greenmane-lishi hijo de lishi, príncipe enano de las montañas del metal. Esta es mi compañera Lady Matkow, sacerdotisa de la orden de la oscuridad con su preciosa túnica negra. El caballero de la armadura resplandeciente es Sir Trevorin, pertenece a la orden templaria. La mujer de los cabellos como fuego se hace llama Mia Redcat y parece dominar ese elemento. A su lado Escustone, el caballero de la armadura de piedra, guardián y protector de la princesa Amalasunta, la mejor alquimista de los duendes de bosquevilla. A su lado, la de más baja estatura es Dransa, una gnoma marrón venida de vallearenisca. El enano de las dos hachas es Di-jor hijo de Jor, uno de los pocos enanos que dominan el arte de la lucha a dos hachas. El de la túnica verde creemos todos es un gran mago ... pero desconocemos su nombre y origen.
Y dicho esto el enano autodenominado Greenmane-lishi calla. El pequeño halfman se queda pensativo mirando a todos.
La compañía de la cinta negra |
- Agradecido quedo por vuestra presentación caballero 'Greenmanelichi'. Siento si no pronuncio bien vuestros nombres, no domino el dialecto enano y sois muchos para recordaros. Se os saluda a todos por igual por supuesto. Pero... ¿ porqué me hallo aquí ?
- Pobresito, pobresito, aun es pronto. No recuerda nada nada. Es muy pronto. - dice la gnoma marrón.
- Tu tampoco es que recuerdes mucho más. - contesta rudamente Escustone el caballero de la armadura de piedra, guardián y protector.
- ¿ Quizás carapiedra quiera iluminarnos con su sabiduría ? - la que responde sardónicamente es Mia Redcat, la mujer de los cabellos llameantes. Su pelo intensifica la llama.
- Carapiedra tiene un nombre, mujer pelofuego. - contesta aireado Escustone y su armadura de piedra se agrieta visiblemente un poco más.
Di-jor, el enano con dos hachas a la espalda, se interpone entre ambos. - Si hay Pelea, será Di-jor quien la empiece. Basta de cháchara o serán mis dos hachas las que hablen. Y por el Dios GUB que lo harán gustosas.
- Calma compañeros. Di-jor tiene razón, discutiendo no arreglaremos nuestra situación. - la armoniosa voz de Sir Trevorin, el caballero templario de la armadura resplandeciente, resuena por toda la estancia.
- Pero Escustone tiene razón - ahora es el turno de Amalasunta, la princesa duende de bosquevilla - ¿ quien nos dirá porque estamos tan perdidos y confusos ?
- Miladies. Caballeros. Me encantaria quedarme a ver como se matan los unos a los otros o comienzan a prácticar el noble arte de la retórica entre ustedes. Pero si son tan amables de indicarme la salida de este agujero, este pequeño halfman tiene asuntos que atender y ...
Pero la voz del pequeño halfman queda silenciada por un estridente sonido ensordecedor que va creciendo a sus espaldas. El mago de la raída túnica verde golpea con la punta de su bastón el suelo de la gruta. Con cada golpe un nuevo sonido estridente se eleva por toda la estancia. Y del contacto con madera y piedra se produce un brillo especial. El fulgor se intensifica y la brillantez del suelo se eleva a un metro formando una figura. La figura es una alargada cinta negra replegada sobre si misma. La forma se desdibuja en el aire de la cueva. En el interior de la borrosa cinta, hay grabados unos cuadrados de bordes blancos y finos.
La cinta negra |
- Sirve para ver imágenes. - acaba la frase Greenmane-lishi.
- Y escuchar sonido. - añade Di-jor.
- Si. Pero intuyo que es algo mucho más importante... - los cabellos llameantes de Mia Redcat brillan con un fulgor especial.
- He estado ahí antes... ¿ no es así Amalasunta ? - balbucea inseguro por primera vez en su vida Escustone, el caballero de la armadura de piedra.
- Si querido Escustone. Hemos estado ahí antes. - Amalasunta, princesa duende de bosquevilla, regala al suelo de la cueva una pequeña lagrima.
- Así es compañeros. - asevera Lady Matkow sacersotisa de la orden de la oscuridad mientras replega su oscura túnica con ambas manos. - Ese es el hogar de todos nosotros. ¿ Como habíamos sido capaces de olvidarlo ?
El mago de la raida tunica verde saca un manojo de hojas secas. Las tritura rudimentariamente con sus dedos y las echa en la oquedad de su pipa. Con calma, prende fuego con yesca y pedernal. En esta ocasión el humo no hiende la estancia.
- Dransa recuerda. Ya no seremos pobresitos más. Yupi. Ya es tiempo de volver a casa. Si. Volver. A casa. - canturrea alegremente la gnoma marrón.
Todos, a excepción del mago de la raída túnica verde y del pequeño halfman, asienten al unísono.
Mia Redcat y Lady Matkow extienden sus manos hacia el resplandor que emana la oscura figura de la cinta negra. Llama y oscuridad tocan a la par la cinta y desaparecen. "Cariño mio" susurra el enano Greenmane-lishi. Rápidamente extiende su mano hacia la cinta negra y también desaparece al instante. La resplandeciente armadura de Sir Trevorin brilla con más claridad. Él, con porte tranquilo, desenvaina lentamente su espada, es su turno. También se esfuma. Amalasunta agarra dulcemente a Escustone del brazo, ambos, el caballero de la armadura de piedra y la princesa de los duendes de bosquevilla, unidos en un abrazo siguen el mismo camino que sus predecesores. "Por GUB que no seré el último" masculla entre dientes Di-jor y sacando con fuerza sus dos hachas de la espalda se lanza precipitadamente hacia la figura. Su forma brilla con intensidad y luego desaparece. "no gusta no gusta" rie histérica Dransa la gnoma marrón, pero sus minúsculos dedos contradiciendo sus palabras rozan la cinta negra...
Solo quedan en la gruta el pequeño halfman y el mago de la raída túnica verdosa.
Ambos se miran fijamente. El mago aspira tranquilamente de su pipa.
- ¿ Y ahora que sucederá muy señor Mago mio de no se sabe donde? No se si quiero o no quiero entender. Acaso querrá insinuarme que no somos nada. ¿ Que mi apacible vida en mi pequeña colina de 'caramelo cerrado' no es mas que una broma ? ¿ acaso un sueño? Y se supone debo alargar mi mano y tocar ese extraño objeto que nubla mi juicio y mi mente. Y que con esta parafernalia todo quedará arreglado y solucionado.
El mago asiente aquiescentemente con su mirada. Apaga la pipa y le da la vuelta para vaciarla de las cenizas que han quedado en ella. Con su mano derecha eleva su bastón señalando a la cinta negra. A la par, con su mano izquierda cerrada en puño, acaricia suavemente su corazón. Realizada estas dos acciones mira con alegría al pequeño halfman y se encoge de hombros. Su bastón acaba de rozar la misteriosa figura de la cinta negra. El mago desaparece al instante, como si solo de un sueño se tratara.
- ¡ Que demonios ! En fin... en otra ocasión cosecharemos las bayauvas de detrás de la colina de 'caramelo cerrado'. Y saborearemos los quesos y vinos del valle. - un suspiro acompaña la voz del pequeño halfman, pero ya no queda nadie para escuchar esas últimas palabras.
Su dedo índice roza ligeramente la figura. Es el último en desaparecer.
"Hay ocasiones, que el desconocimiento de una situación nos confunde y nos hace dudar; empero nuestro yo interior, aun en esos casos, siempre sabe discernir en la lúgubre bifurcación y escoger el camino hacía el bien. Porqué lo correcto solo posee una senda. Y esa senda es el camino del corazón."
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia