domingo, 15 de junio de 2025

Taller de Poesía para narradores por Valeria Correa Fiz.
Gracias a la librería Barrallibre por prestar el entorno.
Gracias a Lluis Guitard por ser tan buen anfitrión.

Librería Barrallibre

Valeria Correa Fiz

Valeria nos resume brevemente su periplo vital. En el año 2005, vivió en Italia.

Gané el concurso El Laurel. En este curso explicaré los recursos de la poesía aplicados a la narrativa. Útil para cuentistas y narradores que leen poesía. El primer género gestado en la humanidad es la poseía, el teatro griego era poesía, cantada, pero poesía.

George Steiner, El pensamiento de la poesía (o La poesía del pensamiento), dice que el pensamiento humano se genera poéticamente.

La métrica de la poesía tiene un sentido mnemotécnico. Estoy haciendo un ejercicio de evangelización poético. Por eso quiero traerles la poesía. Esto es un taller, si alguien quiere interrumpirme, lo hacen. Son bienvenidas y bienvenidos.

Es una conversación, no una clase magistral. Hay un montón definiciones de poesía, cada poeta tiene su propia definición. Traigo un par:

Paul Valéry (1944) describió al poema como: «una prolongada vacilación entre el sonido y el sentido». 

Los traductores lo entienden muy bien. No se puede traducir las dos cosas a la vez, o es sonido, o es sentido. Cuando escribe narrativa uno también se encuentra con esa disyuntiva.

Marianne Moore (1887–1972): «la poesía presenta jardines imaginarios con sapos muy bellos».

Hay algo de la poesía que no se puede enseñar. La experiencias poética la hemos tenido todos en algún momento de la vida. Un sueño, nunca le alcanza el lenguaje, nunca consigues con palabras transmitir lo que le ha sucedido. El jardín imaginario se nos queda rengo (corto).

La yuxtaposición, soñé con la casa de mi madre y al abrir la puerta estaba en casa de mi primo de Polonia. La poesía tiene esa cosa inapresable desde el lenguaje y desde lo sensorial. Alguien se atrae hacia algo que le da miedo. Lo inapreciable y lo contradictorio. Nosotros estamos confiados en nuestro lenguaje, pero eso provoca los malentendidos. Uno dice algo y realmente el otro ha entendido otra cosa. El lenguaje no es esa herramienta infalible que todos pensamos.

Decía Jean Paul Sartre: «cuando dos creen entenderse, seguro que hay un malentendido».

La poesía saca al lenguaje de esa maquinaria fordista de producción, nada de precisión.

El poema trabaja con ese lenguaje en tensión. La poesía es como los gatos, si le hace spspsps (lo llamas), y a veces vienen y a veces no. La poesía es un género que no se propone escribir. Se propone corregirlo, pero no escribirlo.

Todo poema esconde una pregunta. Algunas veces de manera consciente o inconsciente se forma esa pregunta. Como comentó Antonio Castilla, el escribe en momentos turbulentos, pues, en los momentos tranquilos, no suele nacer el impulso poético.

Si el poema trae pregunta, es porque también trae alguna clase de respuesta. La poesía es una forma de conocimiento, no racional como las matemáticas, sino una forma de conocimiento asociativa, no lineal, conocimiento turbulento como decía Antonio, conocimiento sensorial y, pocas veces, racional.

Valeria Correa:

En la mayoría de poemas yo encuentro esas respuestas.

Sí, porque cada uno deduce lo que necesita. Se puede encontrar en Paul Muldoon (1951, poeta Norirlandesa). Uno no puede escribir con la teoría en la cabeza. Primero se escribe con la cabeza rasa, después se corrige desde la racionalidad.


Cielo adentro (poemario de Valeria Correa Fiz)


Pagina, 21, Cielo adentro.

Arriba rompe el día.

Una ruptura en la vida. Es un fracaso.

Nunca hay preguntas idiotas, jamás. Que uno anote sus preguntas porque a partir de esas preguntas tiene un universo temático. Uno no tiene tantas preguntas, las preguntas esenciales no son tantas, hasta me atrevería a decir que no más de 10. Lo mejor, para practicar, es poner en práctica esa imagen. En el caso de este poema, como la planta se rompe, cae la semilla, y renace en otro lugar. La poesía ha cambiado. La imagen esta en el centro del recurso poético de las palabras.

Cinco clases de imágenes: (los cinco sentidos)

Ilustrativas. Olfativas. Dérmicas. Visuales. Gustativas.

Y, además, hay una extra. Las imágenes cinéticas, que tienen que ver con el movimiento.

Un ejemplo: El moño del pelo de Irina tiende a subir hacia el cielo.

Aunque el verso no es bueno, es muy ejemplificador. La poesía y la narrativa siempre trabajan con el sentido figurado. El pelo de Irina no se va al cielo. ¿Por qué no hablar de manera literal? ¿Por qué uno escribe así?

En el caso figurado, para trascender...

Este sillón tiene un tapizado de animal print.

Es literal.

La idea de no jugar con lo literal. La experiencia es individual. Alguien ve algo y a ese algo le adhiere un significado. Las imágenes no literales emiten en el lector una sensación particular. En los talleres les dicen: «mostrar que no contar».

Cuando los padres dicen: no te subas ahí, no te enseña tanto como cuando te subes ahí, te caes y el dolor (la experiencia) te enseña más. La experiencia de haberlo padecido enseña.

Héctor:

El conocimiento se puede alcanzar mejor desde la ambigüedad. En algunos ámbitos usan el lenguaje de manera estricta.

Irene:

Para los científicos, yo creo, la metáfora es importante, sino cómo expresan las ideas. Para nombrar las mismas cosas. La asociación de las palabras cambia la percepción.

Valeria Correa:

El sentido de la poesía es buscar la belleza. Puedo estar equivocada, pero las metáforas de la cotidianidad, incluso del lenguaje científico, si entendemos la belleza integrada en el romanticismo, no el concepto de belleza clásico, sino que lo grotesco también está integrado en la belleza. El lenguaje está cargado de ideas preconcebidas.

El sol sale por el este. Lo que estaba fijo era la tierra y lo que giraba era el sol. Pero desde un concepto astrofísico es incorrecto. El solo no se mueve, no sale por ningunas lado. En un taller, les recomendé recortar lenguaje periodístico, para captar todas las metáforas.

 «La bomba contra el asentamiento norteamericano mató a muchos militares».

Cierto. Pero la bomba también mató a civiles Yo trabajé años como abogada. Las normas penales tienen que definir  exactamente cómo se perpetró el crimen. En argentina, la violación debía ser con acceso carnal... Es decir, si te violaban con un palo, eso no era violación. Perdón por lo brutal de traer a colación este hecho. Esa ley, afortunadamente, cambió, pero enseña lo complejo de definir  los conceptos... Algunos estadísticos comentan que los perros sueltos en la calle es uno de los índices que marcan si un país está en subdesarrollo.

 Les leeré un poema: (es más largo)

«Las aspas de molino que abren tajos en las nubes rojas».

«El renglón de la pampa».

Las imágenes son bastante bonitas, pero a la vez tienen algo de negativas. El personaje no solo describe lo que ve, sino que el personaje se autodescribe. El personaje de ese poema, también está inserto en sus palabras. Esa sensorialidad se transmite. Cuando uno describe con nota alta...

Les propongo un ejercicio.

Antes de describirla piensen en un sentimiento y en un narrador adolescente, por ejemplo, que su madre lo deja aquí, pero la narra desde el aburrimiento.

 

Voces doctas

Un fémur. Un delirium. Una bajada de azúcar. Y yo aquí, en Barrallibre.

Tubos, inyecciones, glucosa y voces doctas, es parte del tratamiento, dicen a mi madre.

Aquí te quedas en Barrallibre.

¿De qué sirven los libros cuando tu padre se muere?

Pero saldrá, es fuerte, dicen las voces doctas.

¿De qué sirven? Y yo aquí en Barrallibre.

 

A continuación se leen algunos de los poemas.

Montse. Poema. Visual. Rojo. Vívido.

Xavi. Nostalgias de la infancia, habría que reparar en más detalles.

Joana. Muy descriptivo. Muestra poco.

Valeria Correa:

Los poemas tienen que trabajar con abstracciones. La personificación también ayuda. La personificación de las cosas es parte de la ingenuidad. No es lo mismo sentirse desorientado, porque los tiempos son revueltos, que estar desorientado a causa de un mareo que es un matiz de lo real. Hay que concretar las imágenes. Hay que acabar la imaginación, la precisión de la imaginación es la clave. El que escribe escoge algunas, pero tienen que ser visuales, imaginadas o reales.

Juan Pablo. Texto que habría que acelerarlo en algún momento. Si construimos las oraciones de idéntica duración es monótono.

Irina. Demasiados libros. Acorralamiento. Empieza con el campo semántico de los libros y acaba en la guerra. Aúna dos conceptos .

Las imágenes que aúnan campos semánticos distintos son las más poderosas.

T. S. Elliot: «Cuando la mente de un poeta está perfectamente equipada para su labor, está constantemente amalgamando experiencias dispares; la experiencia del hombre común es caótica, irregular, fragmentaria. Este último se enamora, o lee a Spinoza, y estas dos experiencias no tienen nada que ver entre sí, ni con el ruido de la máquina de escribir ni con el olor de la comida; en la mente del poeta, estas experiencias están siempre formando nuevos conjuntos».

Eso se puede hacer con música o con poquísimas palabras.

A mi abuelo, que era encuadernador, le dediqué este poema:

«En marzo, la hora que te llega la muerte.

Hace veinte años que lluevo ese día».

Para mí, decir que uno llueve, decir eso, ya carga muchas cosas.

Un escritor es un arqueólogo de sí mismo.

¿Cómo siento miedo? Trabajar con uno, con su cuerpo, la experiencia de la imaginación. Cuánto mas remotos son los mundos que uno trabaja es mejor su escritura.

Blanco como la nieve, es un lugar común, es un lugar maravilloso porque es precioso, pero ya está trillado.

Quiero hablar de otra cosa.

La yuxtaposición. Ese recurso que no son frases que se ponen una al lado de la otra, que no exponen relaciones causales ni cronológicas.

Como en una librería, un libro de terror al lado de un libro de poesía.

El realismo, ya sea científico o literario, tiende a ordenar el mundo. Nosotros ordenamos el mundo porque lo necesitamos, pero el mundo no está ordenado, son reglas que exponemos nosotros.

El poema habla de una experiencia personal, no lógica.

Cuando Montse empieza con su poema habla de rojo... ¿Alguien ha visto el techo de la librería? (El techo es rojo...).

La narrativa usa poco la yuxtaposición. La narrativa intenta ordenar el mundo.

La yuxtaposición usa la inconexión de los acontecimientos.

El verso de T. S. Elliot: «Abril es el mes más cruel...» silencia porque abril es cruel. En la narrativa sí se usa mucho la elipsis. Decir cosas silenciando lo que hay en medio.

Lucía Berlín. El cuento «Lavandería Ángel».

Arranca hablando de la lavandería Ángel y se va a la señora Armitage. Que se encuentra en otra lavandería. Eso no es una yuxtaposición, sino una elipsis. Los dos son viejos, los dos están en una lavandería, cada uno con sus motivaciones diferentes respecto a la narradora. Están en mismo campo semántico, en mismos lugares y, en un momento, se salta todo lo que hay en medio. En la elipsis, se trabaja lo que realmente importa. El cuento tiene un espacio reducido en el que se trabaja mucho la elipsis, para hablar de lo importante.

Pero en la yuxtaposición nunca hay conexión. El surrealismo trabaja mucho la yuxtaposición.

En la página, 15. Poema. Se trabaja la elipsis, aunque parezca una yuxtaposición.

La elipsis trabaja el paralelismo.

Lo elidido suele trabajar las conexiones escondidas entre las dos partes o las partes que conforman lo ajeno a la elipsis, lo que sí realmente se escribe.

El paralelo de la yuxtaposición es el collage de la pintura.

En el collage ni los materiales son iguales, a veces pegan latas, hilos y después pintan.

En el poema de T. S. Elliot nunca se explica por qué abril es el mes más cruel, en el pensamiento uno no sabe por qué.

Montse:

La yuxtaposición, entonces, ¿trabaja en las visiones del imaginario colectivo?

Valeria Correa:

Es una opción. Aunque no siempre. Puedes trabajar en el sentido de un universal simbólico, desde los símbolos y si crees en ellos, pero lo particular no siempre es universal. O bien lo peyorativo se convierte en positivo. La bomba de amor que tengo en mi corazón está a punto de estallar. El símbolo de una bomba es negativo, pero en este contexto no lo es.

El símbolo viene del griego.

El diablo es el que desune.

El símbolo es lo que une.

Los símbolos se incorporan a las obras, y son los símbolos propios los que crean un imaginario y unas imágenes propias, no necesariamente universales, sino propias, que inundan de sentimientos personales a cada uno.

En mi poema, Ellos, donde va de mendigos y la grafía está muy apretada, y mi búsqueda va de la saturación de esas personas, una forma de violencia muy común y aceptada.

En la página, 17, Deseo en fuga.

El poema tiene un efecto visual, que desplaza las líneas, como si fueran olas, y las olas. Hay poetas que prescinden de la puntuación para, justamente, de esa manera, puntuar sus poemas. Es otra opción.

Los blancos de la página tienen distintas funciones.

En un libro de narrativa, rara vez, la disposición de lo escrito sigue un criterio, un uso del blanco.

Apollinaire escribía caligramas, y con sus poemas dibujaba formas, objetos.

En la narrativa no se destacan renglones ni párrafos, el texto suele ir todo corrido.

El encabalgamiento, cuando la unidad sintáctica se rompe...

En el mismo poema de la página 15...

«Cuando el verso se rompe...

deja en suspensión

el sentido».

Los versos encabalgados siempre forman una nueva imagen.

El encabalgamiento es un recurso que se emplea por sonoridad, por una asociación nueva.

Un ritmo descalabrado.

Una nueva posibilidad de otro sentido.

La última figura de sonido que se usa en la narrativa.

La aliteración en narrativa, de manera consciente, evoca otras ideas y otra sonoridad que mejora su prosa.

Antonio Castila: (sobre el poemario de Valeria, apuntes)

Antonio. Incisos iniciales.

Página 73.

Arden las perdidas.

Página 76.

No es habitual, en poesía, los incisos.

El inciso en la literatura es muy necesario, a veces es mejor elidirlo, pero en otras ocasiones si no se dice se va por otros caminos.

Valeria Correa:

Cierto. En ese sentido soy muy sui generis. Y los poemas no se escriben a ras de suelo. La poesía tiene un aspecto... ¿de humor?, quizá no sea adecuada esa palabra. La poesía tiene algo de irónico, tiene algo de juego. Lo contrario de la poesía, no es la prosa, sino la mala poesía.

De alguna manera, en estos tiempos, en los que dicen que la lectura se lee cada vez menos, la única manera de seguir para adelante es cuidar las palabras.

 

Participantes del taller en Barrallibre
06 de junio de 2025
 

Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia



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