domingo, 10 de marzo de 2013



Hola Estimados,

Me llamo UTLA y en esta ocasiĆ³n os traigo un cuento de mi cosecha con el tĆ­tulo de :
"Los cuatro pretendientes".

Ɖrase una vez, en un antiguo reino, cuando el sol aun saludaba cada maƱana a las personas y los animales no tenian miedo de los seres humanos, existia una princesa mĆ”s hermosa que ninguna.

Era una princesa especial. Su preciosa melena de oro ondulando al viento cautivaba a los niƱos. Su sonrisa especial dejaba prendado a todo hombre que la mirara. Y su extremada bondad tambien cautivaba a las mujeres y ancianos.

Un buen dĆ­a su padre, el Rey de aquel reino, la hizo llamar.

- Hija querida en el plazo de siete dƭas vendrƔn unos pretendientes. Son cuatro prƭncipes de mƔs alla de mi reino. Yo ya soy viejo y deseo ver este reino y a ti a salvo. Para ello, hija querida, con uno de ellos deberƔs casarte. Tu eligirƔs con cual de ellos.

La princesa se retirĆ³ a su habitaciĆ³n. Aquella noticia la dejĆ³ preocupada y angustiada. Ella tenia miedo a la boda. Y tampoco conocĆ­a a ninguno de aquellos principes. Durante aquellos dĆ­as estuvo patosa y extraƱa. Los que la conocian bien sabĆ­an que se encontraba preocupada.

El septimo dĆ­a, mucho antes de que los pretendientes se presentarĆ”n, su abuela se presentĆ³ en sus aposentos. Era una persona extremadamente anciana y sabia, y cuando se presentĆ³ ante ella llevaba en su hombro derecho a Avisis, su fiel Buho de plumas blancas.

- ¿ Que te sucede niƱa querida que tan atribulada andas estos dĆ­as ? ¿ Quieres hablar de ello con tu querida abuelita ?

La princesa se abrazĆ³ a su abuela y llorĆ³. Durante unas horas estuvo contandole sus pĆ©sares y sus miedos. Y sobretodo, por encima de cualquier cosa, le acabĆ³ realizando la pregunta que atenazaba a su corazĆ³n, ¿ como sabrĆ­a escoger al principe correcto ?

- Veo niƱa querida, ¡ que tambien profesas una cierta predilecciĆ³n por las aves al igual que yo !

La princesa dirigiĆ³ su mirada al patio de aves. Era un lugar tranquilo. Lleno de flores, Ć”rboles y fuentes, pero sobretodo repleto de bonitas jaulas donde reposaban centenares de aves de muchos tipos y colores.

- Para encontrar al principe adecuado querida niƱa, ¿ que mejor prueba que dejar que cuiden cada uno de ellos a tus amadas aves ?

Dicho esto, la abuela le diĆ³ un beso en la frente y marchĆ³ tranquilamente de los aposentos de la princesa.

Al atardecer, los cuatros principes llegaron por fin al castillo del Rey. Este ofreciĆ³ un gran banquete en su honor. Los cuatro principes, se presentaron y por turnos hablaron con la princesa. Todos eran muy apuestos.

El primer principe tenĆ­a mucho mĆŗsculo y fuerza. Para demostrarlo rompiĆ³ con sus propias manos una pesada mesa de madera.
El segundo principe se jactaba de poseer innumerables riquezas gracias a sus minas de oro. Para demostrarlo diĆ³ una bolsa de monedas de oro a cada comensal de aquel fastuoso banquete.
El tercero poseĆ­a una inteligencia sin parangon ya que habĆ­a estudiado muchĆ­simos volĆŗmenes. Para demostrarlo recitĆ³ de memoria las obras de mĆ”s de un centenar de autores.
El cuarto, sin embargo, no poseĆ­a ningĆŗn talento especial. BajĆ³ humildemente la mirada y con una gran sonrisa en sus labios solicitĆ³ que continuara el banquete.

Al otro dĆ­a, despuĆ©s del suntuoso banquete, la princesa acudiĆ³ a la habitacion del principe que habĆ­a demostrado mĆ”s fuerza. La princesa le rogĆ³ si seria capaz de ir a su patio de aves y cuidar de la jaula de gorriones, ya que ella debĆ­a atender un asunto de suma importancia y  no podria hacerlo.

La princesa partiĆ³ rapidamente al patio de aves, y fue directamente a esconderse a una pequeƱa torre que se encontraba en una de las esquinas de aquel patio. Como la torre era elevada desde allĆ­ podrĆ­a espiar todo lo que en el patio de aves aconteciera.

El principe que tenĆ­a tanta fuerza llegĆ³ al mediodia al patio de aves, pero aplicĆ³ demasiada fuerza intentado abrir la jaula y la rompiĆ³ en mil astillas. Los pobres gorriones murieron aplastados.

La princesa quedĆ³ muy apenada y una lagrima rodĆ³ por sus mejillas por la perdida de sus tiernos gorrioncillos.

Al dia siguiente, acudiĆ³ a la habitaciĆ³n del principe mĆ”s rico. Le rogĆ³ si podria ir al patio de aves. En esta ocasiĆ³n solicitĆ³ los cuidados para su jaula de pequeƱos cuervos negros.

De nuevo, la princesa subiĆ³ prestamente a la pequeƱa torre del patio de aves y espiĆ³ atentamente todo lo que allĆ­ iba a acontecer.

El principe rico acudiĆ³ con un criado. Le diĆ³ una moneda de oro y le ordenĆ³ que cuidara de la jaula de cuervos. Sin embargo, en cuanto el principe se marchĆ³, el criado se fue para divertirse en la taberna. De esta manera las pequeƱas aves negras murieron de hambre.

La princesa llorĆ³ por sus pequeƱos cuervos negros.

Al dĆ­a siguiente, fue al encuentro del principe mĆ”s inteligente y que leĆ­a tanto. Le rogĆ³ si podria cuidar de la jaula de alondras de su patio de aves. PusĆ³ la misma excusa que en anteriores ocasiones sobre su ausencia por un asunto importante.

Como en el resto de dƭas anteriores, la princesa se dispuso a espiar desde su pequeƱa atalaya.

El principe erudito llegĆ³ con un libro muy abultado. Como era muy temprano se puso a la sombra de un Ć”rbol y comenzĆ³ a leer el libro. DespuĆ©s de muchas pĆ”ginas se quedĆ³ dormido bajo el Ć”rbol; de esta manera no advirtiĆ³ que una pequeƱa zorra se habĆ­a introducido en la jaula de alondras. La zorra matĆ³ con sus colmillos a las aves.

Desde su pequeƱa torre, la princesa llorĆ³ por sus amadas alondras.

Un sol anunciaba un nuevo dĆ­a por el horizonte. La princesa estaba muy abatida, y ya se disponĆ­a a abandonar sus aposentos cuando el cuarto prĆ­ncipe se presentĆ³ en la habitaciĆ³n de la propia princesa. Este se inclinĆ³ ante ella y con una gran sonrisa ofreciĆ³ sus servicios para cualquier tarea que la princesa necesitase.

Esta le rogĆ³ que tenia un asunto muy importante y si por ello era tan amable de cuidar por ella su jaula de tĆ³rtolas en el patio de aves.

La princesa fue a la torre, y esperĆ³ nuevamente para observar lo que aconteciera en el patio de aves.

El prĆ­ncipe de la sonrisa especial llegĆ³ al patio de aves. AbriĆ³ lentamente la jaula de tĆ³rtolas y les arrojo con mucho cariƱo granos de trigo que llevaba en una pequeƱa bolsa. Realizado esto esperĆ³ un rato mientras vigilaba atentamente que las aves comieran el grano. Asegurado de la correcciĆ³n en su cometido marchĆ³ tranquilamente.

La princesa desde su Torre riĆ³ con un gozo incomparable al ver a sus queridas tĆ³rtolas felizmente cuidadas.

Aquella misma noche, la abuela de la princesa se presentĆ³ en su alcoba.

- Querida niƱa me ha dicho un pajarito - mirando con ternura a su querido buho Avisis - que tu padre el Rey en breve te preguntarĆ” por tu futuro marido, ¿ ya has encontrado respuesta a su pregunta ?

La princesa realizĆ³ un gentil gesto aquiescente con su carita. La abuela y la princesa se abrazaron.

Pasados uno dĆ­as, el Rey creyĆ³ oportuno celebrar un consejo donde su hija eligiera al fin al que seria su futuro marido de entre aquellos cuatro pretendientes que ansiaban su mano.

Era un dĆ­a nublado. Eso molestaba mucho al Sol, ya que cotilla de nacimiento, no podĆ­a observar con detenimiento los acontecimientos.
El Rey reuniĆ³ a la abuela, a la princesa y a los cuatro prĆ­ncipes.
Y delante de los cuatro pretendientes realizĆ³ la pregunta sobre cual de aquellos cuatro pretendientes serĆ­a su afortunado esposo.

La princesa seƱalo con su dedo al prƭncipe de la gentil sonrisa.

Aquello enfadĆ³ muchĆ­simo al resto de pretendientes, que comenzaron a proferir insultos, chanzas y a sacar sus espadas amenazando matar al prĆ­ncipe que habĆ­a escogido la princesa.
Las palabras fueron a mƔs y se enzarzaron en una terrible pelea de espadas.
La lucha era encarnizada. El prĆ­ncipe de la sonrisa gentil apenas podĆ­a defenderse superado en nĆŗmero. Al final, la lucha les condujo al patio de aves. Durante el forcejeo con las espadas la jaula de las tĆ³rtolas se rompiĆ³. Las aves, totalmente indignadas por el comportamiento de aquellos despreciables prĆ­ncipes que no habĆ­an sabido cuidar a sus hermanas, les atacaron duramente con picos y garras. Los pajaros no dudaron y se lanzaron valientemente sobre el rostro de los tres innobles prĆ­ncipes hasta dejarles completamente ciegos.

Las tĆ³rtolas solo habĆ­an perdonado la vida del prĆ­ncipe de la sonrisa gentil. Este ahora permanecĆ­a exhausto sentado en el suelo, con la espada ensangrentada y acariciando dulcemente a las tĆ³rtolas que le habĆ­an salvado la vida.

El rey con toda su guardia real, la abuela y la princesa llegaron a tiempo para ver el desenlace de la lucha.

La princesa se emocionĆ³ mucho con aquel gesto de sus aves. Entonces, completamente emocionada, se dirigiĆ³ a todas las jaulas y abriĆ³ sus puertas una por una.
Algunas aves volaron y se marcharon, pero otras muchas se quedaron en aquel patio que habĆ­a sido su hogar durante tanto tiempo.

La abuela sonriĆ³ mientras acariciaba a su querido Buho Avisis.

El Rey aplaudiĆ³ esa acciĆ³n.

Al otro dĆ­a, con la bendiciĆ³n del Sol, la princesa y el prĆ­ncipe se casaron.

Tuvieron muchos hijos y fueron muy muy muy felices durante el resto de sus dĆ­as.


Esto es verdad y no miento, y como me lo contaron te lo cuento.
ColorĆ­n colorado.
UTLend.

*NOTA*: Esta entrada esta dedicada a dos personas.La primera, mi madre por ser experta cazadora de sueƱos que no necesitĆ³ ningĆŗn libro para mostrar donde vivĆ­a la fantasĆ­a.La segunda, a esa persona loca y maravillosa de la sonrisa especial.

Cierra tus ojos, encuƩntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia

24 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, te ha quedado muy "Hitchcock" ;) Un abrazo

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    1. Hola Mara,
      Pues aunque no era mi intenciĆ³n emular al maestro del suspense, me sorprende gratamente la comparaciĆ³n.
      Me alegro que te haya gustado. ;->
      Un abrazo Mrs. Miniver.

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  2. Buen cuento, en donde se demuestra que el hombre tranquilo siempre serĆ” una caja de sorpresas.

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    1. Hola Pepe,
      Y la paciencia una virtud que debemos trabajar. Un resumen excelente por la parte del prĆ­ncpe de la sonrisa gentil.
      Un abrazo Sr. Cahiers.

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  3. Increible final, nunca me imagine que leeria uno tan sangriento en Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia, pero me gusta jajajaja.

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    1. Hola Shilmulo,
      Como decia el Sr. Bruno Bettelheim en su libro "PsicoanĆ”lisis en los cuentos de hadas", los personajes malvados deben merecen un final cruel, puesto que el niƱo debe quedarse con la viva impresiĆ³n de que el "MAL" es duramente castigado en igual proporciĆ³n a la maldad cometida.
      Los cuentos de hadas clƔsicos contienen muchas referencias crueles, intente imitar ese estilo... me alegro que no tara esa pequeƱa diferencia.
      Un gran abrazo Shilmulo rey de los murcielagos del oeste.

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  4. oye, pues no es la primera vez que pienso que tienes talento para escribir cuentos, pero esta vez te has superado, te digo de corazĆ³n que me encantĆ³. Sencillo, tierno, bonito y emocionante, como deben ser los cuentos

    besos,

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    1. Hola maslama,
      Pues no se que contestar a tus cariƱosas palabras...
      Solo por comentarios asĆ­ vale la pena haberlo escrito.
      Y no se podĆ­a hacer mejor resumen de lo que es un cuento de hadas.
      Un abrazo, un ronroneo y una caricia en el lomo.

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  5. Me ha encantado! me ha recordado a un cuento que me contaban de pequeƱa... y me ha traƭdo buenos recuerdos, la verdad que escribes genial!!! :)
    El prĆ³ximo podrĆ­a ser una historia con JoseCarli jejeje

    P.D. Aunque no suelo comentarte nada porque siempre voy con prisas siempre voy siguiendo tu blog! ;)

    Un saludo!!!

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    1. Hola AnĆ³nim@,
      Muchas gracias por tus atentas palabras.
      Gracias un libro que me estoy leyendo me ha dado ideas sobre como narrar cuentos, su tƭtulo "PsicoanƔlisis de los cuentos de hadas", realmente un libro de la parte oscura del conocimiento humano, pero que me ha dado muchas ideas... ja ja ja ja ;->
      Huum... tenga cuidado con lo que desea Anonim@, los deseos se pueden hacer realidad.
      No importa, UTLA sabe que lo leen, no hace falta dejar comentarios en cada post, por eso hace mƔs valioso cuando si escriben.
      Un abrazo muy grande.

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  6. He llegado a tu blog de casualidad y lo agradezco, muy bonita historia con una gran enseƱanza... escribes muy bien.

    Un abrazo grande

    http://lucescamaraaccionblg.blogspot.com/

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    1. Hola MarĆ­a del Mar,
      Muchas gracias por tus palabras. Y gracias por unirte a este pequeƱo espacio.
      Un abrazo.

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  7. Un cuento muy bonito, me ha gustado.
    Sigue asi!

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    1. Hola Yuricats,
      Me alegro mucho que te haya gustado. Y gracias por dejar comentario. Siempre se agradece verte por aquĆ­.
      Saludos y un abrazo.

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  8. Una preciosidad ... lagrimita

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  9. Un tierno cuento..... me recuerda a los que contaba a mis hijos, siempre improvisados, nunca caperucita etc. Son muy mayor pero me ha trasportado al pasado, gracias seƱor UTLA

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    1. Hola anĆ³nimo,
      Nunca se es lo suficientemente mayor para soƱar y aun mucho menos para recordar. Seguro que sus hijos agradecen esas historias.
      Gracias a usted por pasar por aquĆ­.
      Un abrazo.

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  10. Un buen cuento. Estaba intrigado si leerlo a mi hija, pero ese final me ha disuadido. Y es que se lo tenĆ­an merecidos! jaja.
    Me ha gustado especialmente... el Sol cotilla de nacimiento. EstĆ” claro que prefieres el invierno ;)

    Un abrazo.

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    1. Hola Ciudadano,
      Esa ha sido la crĆ­tica general.
      Pero un dia publicarƩ una entrada sobre el libro en el que me base para escribir el relato.
      La vida tiene crueldad, por lo que en los cuentos de hadas clƔsicos la crueldad esta siempre presente y siempre es finalmente castigada, de esa manera el niƱo comprende que la crueldad existe en el mundo (no lo sobreprotegemos), pero que al final el mal siempre obtiene el justo castigo.
      Igualmente, puede leer el cuento tal cual, e improvisar a quellas partes que no le gusten, asĆ­ nacieron muchos de los cuentos de lso hermanos Grimm, con la evoluciĆ³n e improvisaciĆ³n de generaciones de padres como usted.
      El Sol, ese gran cotilla. :-)
      Un gran abrazo Ciudadano Noodles y gracias por sus palabras.

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  11. IncreĆ­ble!! Me ha encantado!! La historia es preciosa y se ve redactada muy profesionalmente. Sin excederse o hacerse pesada en algĆŗn momento. Esta perfecta!! Y es muy bonita. Que grande!!! Mi mĆ”s sincera admiraciĆ³n gran amigo. :)

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    1. Hola Sir Henry,
      Tus palabras son el mejor regalo para mi.
      Un gran abrazo Sir Henry.

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  12. Un muy bonito cuento como los de antes con sus princesas y principes. AdemĆ”s siempre me han caĆ­do muy bien los bĆŗhos, en casa de niƱo me llamaban "Mussol" bĆŗho en catalĆ”n. Saludos. Borgo.

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    1. Hola Miquel,
      "Mussol" en catalƔn.
      Avis o Avisis, pajaro en latĆ­n. :-)
      El significado oculto y la etimologĆ­a en los cuentos no siempre es casualidad.
      Me alegra mucho esa comparaciĆ³n con los cuentos de antes, esa fue mi verdadera intenciĆ³n en este pequeƱo cuento.
      Un abrazo Mr. Borgo.

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