martes, 18 de noviembre de 2025





Presentación:

Una ausencia que insiste (Osvaldo Lamborghini entre España y Argentina)

De Jorge García López 

18 de Noviembre de 2025

 Librería LAIE


*Nota*: 
Esta crónica del evento está escrita in situ, puede contener errores tanto de forma como de fondo. Cualquier error es resultado de la transcripción y enteramente mío.

J. Casri, Jorge García López y Jorge Carrión (de izq. a der.)

 

Inicia el evento…

J. Casri:
Se quiso destacar la palabra ausencia.
Este no es un libro biográfico per se.
Osvaldo, escritor argentino que emigró a Barcelona.
Nos explica los marcos en los que se puede leer la obra de Lamborghini y su legado, sobre todo en Barcelona, ciudad en la que vivió.
Para mí ha sido un orgullo ver cómo Jorge ha convertido una tesis doctoral y la ha reestructurardo en libro, pues este texto es mucho más que un libro impreso, al final, es un retrato de Lamborghini.
Para los que no conocen al autor, es una buena maneta de acercarse a él.
Y para los que lo conocen, será recordarlo de nuevo.

Jorge Carrión:
Beatriz Sarlo, Ricardo Piglia, César Aira… La argentina es muy geopolítica, incluso literariamente.
Yo volví de argentina, de esa experiencia, y al volver, edité Quimera.
Jorge García también coedita la revista Quimera junto con Jofre Casanova.
Quimera es una revista con mucha tradición en el ámbito de revistas españolas y, además, estaba la voluntad de tejer puentes entre Sudamérica y España. Artículos y dosieres que impulsaron autores de aquellas tierra.
En 2007-2008, se publicó une libro, un proyecto inédito de Lamborghini, muy loco, muy raro, porque mezcla el collage, el dibujo, el texto, el escrito a mano y a máquina, con la pornografía. Osvaldo compraba revistas porno y con esa iconografía en mente realizaba su mezcla literaria. Un libro bastante transgresor situado en la postvanguardia en español. Se publico en facsímil y en el MACBA lo reivindicaron, años después...
Osvaldo, de poeta pasó a prosista. Era un tipo muy ambiguo en términos de coherencia cultural. Valentín Roma le dedicó una exposición como artista plástico.
Verónica Gerber, escritora, transitó también entre la escritura y las artes plásticas. Lamborghini sería el caso de un mutante, de un mutador, de escritor a artista plástico. Un autor que era un mito en argentina y aquí, en BCN, se reinventó. Después lo olvidaron y después lo rescató Jorge.
He estado 13 años sin leer a Lamborghini, hasta que hace poco conocí a Jorge, y me rememoró a Osvaldo.
Hay dificultades reales en el momento de construir puentes, pues todavía hay muchas diferencias.
Una ausencia que insiste de Jorge García López es un ejercicio muy inteligente, con datos concretos y de un gran ejercicio biográfico.
Hay dos contextos de escritura experimental muy diferenciada: la Argentina de los años 80 y otro en la España de la misma época. Esto lo consigue de manera brillante.
De momento, de la parte de la tesis doctoral no se reconoce nada en el libro (risas y Jorge muestra una página del inexplicable índice de la obra). Esto es un índice.
Esto no lo hizo Lamborghini, sino que Jorge, impregnado de Lamborghini, se hizo suyo el estilo Lamborghiniano y creó este índice tan original.
Un libro sintético, cita obras del autor y más tarde se pone con la parte más técnica.
Sobre el ritmo del libro. En él hay un análisis muy completo de cómo se forma Osvaldo en su entorno, con quiénes se pelea, quiénes lo forman, autores españoles, autores de textualidad que trabajan con otros paradigmas, al límite de la censura. Ello demuestra que hay un siglo xx de postvanguardia entre las dos orillas (Argentina-España).
Desde siempre, en el periodismo español, existe una idea de que la experimentación solo se puede dar en Argentina, pero no en España. Un sesgo de nuestro periodismo.
En Babelia, el canon de literatura española, se conforma con novelas Bestseller y realismo.
En cambio, si se realizara el mismo canon en argentina, en él saldría más algo como Alejandra Pizarnik.

Jorge García López:
Gracias por venir a todos. 40 años tras el fallecimiento de Lamborghini. ¿Cuál fue mi camino junto a Lamborghini? Fue algo paradójico, pues no quiero hacer eso que sería contrario al espíritu del libro y me gustaría tratar de sortear lo biográfico. Roberto Bolaño hablaba respecto a Osvaldo en términos tremendamente sugerentes. Bolaño, cuando se sentía especialmente generoso, decía que leía dos o tres páginas de Osvaldo, como mucho. Ello me intrigó.
Cuál sería mi sorpresa, al descubrir que solo había un ejemplar de Osvaldo en la biblioteca conde duque de Madrid, de donde soy yo.
Tendría qué haber empleado 1000€ para conseguir, en aquel momento, otras obras.
Al leer el primer libro, me horroricé. Un amigo de doctorando me dijo: «todo el mundo se acuerda de uno mismo leyendo a primera vez a Lamborghini».
Eso me hizo pensar, que eso se convierte en una coordenada literaria tremenda respecto a este autor.
La perturbación que me generó como lector con 20 pocos años fue tremenda. Y ello derivó que, muchos años después, le dedicara una tesis doctoral.
En el camino, intenté contactar con todos los que lo habían conocido… Ninguno de ellos quería hablar conmigo sobre Lamborghini.
¿Qué es lo que me gustó de este autor?
Lo que me interesa es su aparato de escritura, un cúmulo de géneros, de horrores, que continuamente aparecen a la fuga.
Jorge Carrión ha hecho referencia al índice.
Lamborghini se acoge a unos asideros casi espectrales. Hay un punto de fuga en algún momento que consigue un extrañamiento constante en el lector… por eso digo que se pone a la fuga.
Yo lo escribo desde un punto de vista desde España, pues en Argentina sería una mirada endémica la de Osvaldo, pero para mí el núcleo es otro completamente diferente. Al trasladar a Lamborghini a España destruyó toda la estructura de Robert Artl y Gombrowicz… Al trasladar a Osvaldo a España se rompe toda la verticalidad teórica en torno a su figura.
Alejamos el fantasma de la influencia, sobre todo a la hora de trabajar a un autor tan heterodoxo como Lamborghini.
Escrituras impetuosas, en España, que escapan a cualquier codificación. Armando un mapa de escrituras en fuga (escabulléndose), es todo una especulación, no está basado en ningún en rigor académico.
Al menos, para mí, esto es este libro y la literatura de Osvaldo.

Pau Nubiola y Jorge García López (de izq. a der.)

Jorge Carrión:
Niño proletario. No se me olvida. Te querría preguntar cómo ha sido la recepción de tu tesis y de tus ideas en Argentina. ¿Cómo ha interactuado?


Jorge García López:
Todavía no ha entrado (el libro) en contacto con el ecosistema de allí.
En enero de este año estuve en Buenos Aires y me dieron noticias más actuales sobre el autor.
Valentín Roma, el comisario del MACBA, realizaba una operación muy interesante que era la siguiente: presentar a Lamborghini como representante de la transición española.
Márquez Moltaban (al que Lamborghini odiaba), Jordi Pujol, Felipe González… Leer a Lamborghini en esta clave… es algo especulativo y se transformaría en una clase sobre escritura, el poder armar un mapa de escritores en los que resuena esa pulsión sobre la escritura de Lamborghini.


Jorge Carrión:
La formación en Buenos Aires, los debates y cómo llega a España. La ópera de Valentín Roma, y no solo cómo cambia su idea… sino que lo introduce en el mercado plástico, ¿verdad?


Jorge García López:
Cuando Osvaldo murió en 1985, se recuperaron más de 1000 imágenes. Una obra gráfica que responde a muchas clasificaciones. Y entonces, muere. Lo deja todo en un baúl. Hanna Muck (su esposa), verdadero mecenas de su obra. Sin Hanna Muck no existiría Osvaldo. Hanna Muck es la viuda que atesora la obra de su marido.
La exposición, en aquel momento, de Valentín Roma, era muy transgresora… Y entonces, Valentín Roma es despedido del MACBA. Aunque no por culpa de Osvaldo. El motivo de su despido es porque hizo una exposición del rey emérito sodomizado (risas).
Más tarde, todo el material plástico… Elvira, la hija de Lamborghini, recupera su obra plástica. En el Centro Cultural Kirchner se acoge la obra gráfica de Lamborghini y, poco a poco, se integra en una dinámica de compra en el mercado artístico.
Material póstumo (Elvira, hija), en Galería del Infinito, acudió junto a Agustina Pérez, experta en Lamborghini. Fueron a ARCO en enero de 2025. Había unos extraños números en los dibujos de Lamborghini. Ana María Chagra, amiga de Hanna Muck vio el material numerado. Y dijo: «Esa numeración la puse yo porque no había Dios que se aclarara sobre todo ese material».
El misterio sobre los números Lamborghinianos desapareció y la conclusión a la que llegamos es que Lamborghini se ofrece a esta clase de equívocos.

Jorge Carrión:
Hay un mercado simbólico que siempre genera expectación, incluso con Lamborghini (escritor) y que ahora sea un artista plástico más reconocido todavía se encumbrará más. Pero no se habla de esa otra Barcelona latinoamericana, pues la del boom, la del mito, ha eclipsado a otros autores más barceloneses como Bolaño y Lamborghini.
Se habla mucho de si, visto desde el margen de Lamborghini, si somos anfitriones, si somos hospitalarios o no. A Valentín Roma le interesa mucho el anticatalanismo que muestra Lamborghini en contra de las figuras totémicas de entonces. Hay otros autores relacionables con Lamborghini, como Panero, referentes… cómo intentas encajarlas. ¿Cómo se consigue ese diálogo?

Jorge García López:
Lamborghini llega… simplemente llega. Es difícil y complicado el marco cultural de la Barcelona de los años 80-90. Argentinos huyendo de Argentina. Óscar Massota, introductor de Lakan. Instalaron seminarios en Barcelona. En la Barcelona de los 80 se estaba gestando la primera generación de escritores postdictadura. Son estos escritores que citabas del listado de Babelia y, entonces, la literatura latinoamericana se aparta a un lado y no recuperará su éxito hasta entrados los 90.
Aunque Lamborghini no sintió esa lejanía de los centros. Cuando Lamborghini escribe la mayor parte de su obra en Barcelona, él no muestra interés en publicar sus textos. Él está más allá de la relevancia.
En 1982 volvió a esta ciudad, después de idas y venidas, hasta su muerte.
Vladimir Herrera creó una revista, Trafalgar Square, a la que Lamborghini ayudó y otros se aglutinaron en torno a ella: Cristina Fernández Cubas, Carlos Trías, Paula Massot, Enrique Vila- Matas, José Luis Vigi… Posiblemente son autores que no leyeron a Lamborghini en aquellos años y que él no los leyó a ellos… Por eso me ronda esta idea: «Todo punto de influencia queda anulado completamente. No se habían influido entre ellos. Pero, entre todos, sí articularon un mapa, una constelación, un tejido, como lo queramos llamar… y enhebraron entre todos escrituras que están fuera de toda categorización».

Jorge Carrión:
Marcelo Cohen. Cristina Fernández Cubas. Ricardo Strafacce. Muchos decían que la obra maestra de Osvaldo era Hanna Muck. Y eso que ella le permitió no trabajar e incluso transmitió (en su época) que era un genio. Entonces llegó el giro feminista y la relación Lamborghini-Muck se reinterpretó un sentido diferente, que sería el inverso, Lamborghini sería la obra de la maestra Hanna Muck.

Jorge García López:
En la sala está Pau Nubiola, hijo de Hanna Muck, al que invité a venir.

Pau Nubiola:
Cuando fui a ver la defensa de su tesis, pensé en mi madre. Después de 40 años, se ha convertido en una especie de mito, es importante darse cuenta de eso. Mi madre ya sabía que era un genio, nadie convenció a nadie. En la familia, fue un shock cuando llegó Osvaldo. Mi madre tenia 4 hijos cuando él apareció en su vida. Barcelona nunca acogió a Osvaldo y en la familia también hubo un rechazo. ¿Quién es este tío gorrón que se está todo el día en casa de mi madre y que no hace nada todo el día?
Los domingos iba a casa de mi madre. Yo entonces estudiaba diseño, procedimientos pictóricos, yo era artista y, quizá, por ello, no me llevaba mal con él. Había un cierto grado de afinidad. Y Osvaldo me preguntaba, ¿cómo puedo alterar estas fotografías? Y me enseñaba fotografías pornográficas. Ostras, qué cosas más raras me está preguntando, y qué cosas técnicas querrá saber. Para ilustrar un poco el ostracismo de Osvaldo, cuando él murió, murió en el sofá del tallercito. Mi madre alquilo un piso con 3 habitaciones. Y en una de las habitaciones le montó un taller. Allí se recluyó. Tenía miedo de salir a la calle porque no tenía papeles y tenía miedo de que si salía a la calle se lo llevarían a Argentina de nuevo…
Mi madre, para regularizar los papeles, escribió que su trabajo era el de Mayordomo. Nunca se casaron, pero mi madre siempre dijo que era el hombre de su vida. En una servilleta escribieron un contrato: «Yo, Osvaldo Lamborghini. Yo, Hanna Muck, estamos casados».
Un día, mi madre se lo encontró allí, muerto, en el tallercito. En el Cementeri de Collserola, cuando murió éramos pocos. Estuvo mi hermano mayor, mi madre y el jefe de mi madre y yo. Para que os deis cuenta de que no caía muy bien a la gente, pero a mí sí. Y su obra, si se conserva, es gracias a mi madre. Después se hizo la exposición en el MACBA, del teatro proletario. En el 2020, los Rinos (un grupo), con Marta Pol, hicimos una presentación. Y a los Rinos nos cedieron una sala en el MACBA. Justamente, en la misma sala en que se había expuesto el teatro proletario… Mira, Marta, le dije, que curioso, en la misma sala expusieron padrastro e hijastro. Una anécdota, en la biografía sobre Lamborghini que escribió Strafacce, está escrito que el cuerpo de Lamborghini se repatrió a Buenos Aires (un nuevo equívoco). No es así. Lamborghini sigue enterrado en Collserola.

Pau Nubiola, Jorge García López y Jorge Carrión (de izq. a der.)

 

Ahora se abrió un espacio de preguntas y respuestas (es todo muy inconexo, y no me dio tiempo apenas a tomar notas).


Pregunta:
Librería Taifa. Valentín Roma. ¿Había una secta alrededor de Lamborghini?


Jorge García:
Quizá… Hay una anécdota, en el 77. Lamborghini llevaba unos años sin publicar y publicó un texto. Víctor Libertela escribió unas notas sobre Lamborghini. «La nueva narrativa en Latinoamérica. Lamborghini, un autor de una complejidad tremenda ». Osvaldo le escribió una carta a Libertela diciéndole: «¿qué haces? Yo quiero ser leído, melón, si escribes eso sobre mí, no me leerán».
Hay un concepto, el fantasma de la Vanguardia, Vanguardia de las cuevas. Un espacio de escritura al margen de lo comercial  El fantasma es algo que está por ahí, que no tiene capacidad de agencia, es el espectro de la esencia, una semilla subversiva que puedan estar cruzando barreras en cuanto a sus propios planteamientos. El fantasma que cruza de autores a otros autores, y ahora estará en otro escritor que todavía no conocemos. Hay pocos escritores españoles que consigan emular a Lamborghini.


Pregunta:
¿Que esta persona (???) no conociera a Osvaldo me sorprendió? No va a ser un autor Mainstream, pero todavía se puede leer.

Jorge Carrión:
Su literatura es expandida, es un autor a un nivel entre la letra y la imagen, es complicado.

En febrero, os invitamos a venir a hablar sobre él.
        

Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia

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