Finales del siglo XIX. En algún lugar de Inglaterra...
Jacinta estaba apenada de la vida. Ocho lustros a sus espaldas no atesoraban un marido. Ningún bien material satisfacía sus inconmensurables ansías de verse desposada en el altar y rodeada de una númerosa prole a quien poder dejar sus innumerables bienes.
Julius no entendía porqué era tan sumamente desafortunado con las mujeres. Su naturaleza tímida y apocada no ayudaba a su galanteo con el cada vez menos sexo débil. Para colmo de males, era exigente, quería una mujer bella e inteligente con la que degustar las mieles del matrimonio y poder envejecer juntos.
suspiros ../.. Suspiro
Un bello atardecer en Hyde Park culminaba el tedioso día de Julius y Jacinta.
Ella, caminaba ensimismada en sus nimios pensamientos cerca del poco caudaloso rio Serpentine. Julius, igualmente distraído, hacía de su libro un escudo para con el mundo.
El choque fue inevitable. Cayeron de culo en opuestas direcciones a las de sus respectivos andares.
Jacinta se levantó airada, presta a solicitar excusas. Julius más sorprendido que enfadado estaba preocupado por ver el estado de su fabulosa novela después de la caída.
Entonces se miraron a los ojos. Un profundo silencio surgió de los labios de Jacinta. Y por tercera vez en su vida Julius tuvo el coraje de hablar primero.
risas ../.. Risa
Él hizo un acertado amago de invitación a un simple té que no comprometía a nada. Pero no pudiendo adolecer de parecer una mujer fácil , Jacinta denegó la invitación. Sin embargo, a buen puerto llegaron las graciosas súplicas de dar un tranquilo paseo sosteniendo su mano a la vista de todos. Siguiendo el gracioso cauce del maravilloso rio Serpentine se contaron mil cuchicheos. En aquel mágico paseo rieron como niños. Julius era alto. Jacinta más bien bajita. La Luna que sostiene la Tierra fue la broma más cacareada por ambos.
Llegó el momento de la separación. No poníanse de acuerdo en el lugar de la próxima vista que no cita. Tan sobrios eran en su sentir, que no queriendo llamarlo cita, tampoco se decidían a escoger lugar bullicioso para pasar desapercibidos de las gentes malpensadas con las que se codeaban. La Abadía de Westminster no porqué era muy tétrica. Los jardines de Kensington cerraban mucho antes del atardecer. Finalmente surgió el lugar. La estación de tren de Knightsbridge. Era el sitio perfecto. Por iniciativa de Julius acordaron que ambos llevaría un bello Aster blanco, una bonita y extraña flor. Él se la colocaría en la solapa y Ella en su pamela. Jacinta también quedó prendada del bien escogido significado de la flor. "Confio plenamente en ti".
Así, acordarón un número de andana y vagón para su bien disimulada vista.
inquietudes ../.. Inquietud
Llegó inexorable como las lluvias de mayo el día de la esperada vista. Pero ya fuera por equívoco en uno de ellos, llegaron a la misma estación, el día señalado a la hora escogida, pero con tan mala fortuna para la memoria de uno de ellos que quiso el destino separarlos.
El gran baile de los números inarmónicos representó su más cruel obra en aquella escena.
Julius esperó en el cuarto andén al lado del vagón siete.
Mientras, Jacinta esperaba cerca del séptimo andén al lado del vagón cuatro.
La hija del jefe de estación, apenas una mujercita recién crecida, correteaba distraída en sus juegos por los andenes de la estación de Knightsbridge. Se alejaba de los malvados dragones que engullían sin fin a miles de personas. Era una niña callada pero muy observadora, y como le encantaban las flores se fijó en el bonito par de flores blancas que aquel día se hallaban en su Palacio de humo, fuego y Dragones.
desesperanzas ../.. Desesperanza
Jacinta miraba el gran reloj de la estación. La manecilla avanzaba sin piedad, mientras nadie portando un Aster blanco se presentaba. La angustia crecía en su pecho y reprimío una amarga lagrima.
Julius apartó levemente su chaqueta y revisó su reloj de cadena. No entendía el problema. Maldijo entre dientes a la sucia providencia. El desánimo se abrió paso en sus pensamientos.
.. despedidas ../.. Despedida
Julius esperó y desesperó. Soltó un resignado suspiro y se dirigió como un alma en pena hacia la salida de la estación de Knightsbridge. En su atribulado caminar chocó con una niña pequeña que andaba corriendo como loca por los andenes de la estación. Su primer impulso totalmente airado, fue reprenderla duramente, pero pasado ese primer pensamiento negativo, no gano la desazón, ni la maldad, ni la desidia. El buen sentimiento se abrió paso a través de su corazón y no pudiendo descargar su frustación de impotente adulto en la mirada de aquella pequeña, le tendió su bonito Aster blanco a modo de regalo. Los ojos de la niña se abrieron de par en par al ver la bonita flor que le regalaba aquel extraño. Y tan pronto recogió el Aster blanco marchó corriendo de nuevo en sus locos juegos.
Jacinta estaba cansada. La espera no había sido problema, más el engaño hacía mella en sus maltrechas esperanzas. No hay peor perdida que la suposición de haberse sabido ganador de antemano. Poco a poco se dirigió a la vacía vía del tren...
.. choques ../.. Choque
La hija del jefe de estación, inquieta aventurera por excelencia, quiso encontrar la otra mitad de aquel Aster blanco. Pero la dueña se encaminaba directa al camino infernal del dragón. La niña corrió y corrió sin mirar nada más... corría tanto que cerró los ojos, imaginando que volaba a lomos de un corcel mágico en busca de la otra mitad del Grial... entonces de súbito se produjo el choque. Y todo se tornó negro.
.. perdidas ../ .. Perdida
Jacinta y Julius estaban cogidos de la mano. Se miraban tiernamente, más su pesar era grande por aquel ángel que les había unido. Estaban en la habitación del jefe de estación...
Entonces como si de un ensueño se tratara, ambos retrocedieron en sus pensamientos atrás en el tiempo...
La hija del jefe de estación corrió y corrió a través del andén, corrió tanto y tan rápido que traspasó a Jacinta en su loca carrera. Se produjo un brutal choque de carne contra acero. Los alaridos de las personas dieron una inquietante voz de alarma. Y el insignificante Aster blanco cayó de la mano de la niña. Jacinta fijó sus ojos en aquel macabro detalle. Lloró dando rienda suelta al caudal de lagrimas que no paraban. Aquellas gotas saladas anegaban su vista. Pero entonces recordó el Aster blanco, y se esforzó por mirar en derredor. Su mirada empañada escudriñaba entre el gentío buscando el dónde y el porqué.
El dónde estaba justo detrás de ella completamente anonadado, el porqué lo comentarían más tarde entre felices reproches, una vez recuperados de aquella catastrófica impresión. Julius había vuelto. Y jamas volverían a separase.
.. esperanzas ../.. Esperanza
La barriguita de Jacinta crecía y crecía sin poder ocultar el nacimiento de su próxima hija. Cada mes visitaban a la pequeña hija del jefe de estación. El brutal golpe contra el tren amputó su mano derecha. La feliz pareja se asegurarían en el futuro que no le faltará de nada. Pues es justo que los más acaudalados muestren una justa memoria, pues como dijo el anónimo poeta, la gratitud es la memoria del corazón. Aquel pequeño ángel, a costa de perder su manita, había conseguido unir para siempre a dos almas solitarias destinadas a la desesperada negatividad.
Jacinta y Julius decidieron poner el nombre de la niña a su hija.
La pequeña nueva criatura se llamaría Esperanza.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Bonito y romántico relato. Y para actualizarlo sólo tendrías que cambiar el Hyde Park por Badoo y las risas iniciales por un "ola ke ase" ;P
ResponderEliminarUn abrazo, señor Utla.
Hola Mara,
Eliminar¿ Badoo, Meetic o charlas sociales tan de modas hoy en día ?
Yo prefiero el clásico paseo por Hyde Park o una arrebatadora tarde tomando el te con una dama. ^_^
"ola ke ase"..aiiisss.. Estos cinéfilos ... se os perdona la vulgaridad porque formais parte de este gran cielo lleno de estrellas; entre la que esta la tuya Mara.
Un abrazo muy grande Mrs. Miniver.
Nooooo pobre niñita, ¡Perdio su mano! Como contador de historias eres muy bueno. ¡Fantastico que conexión! Pero... me rercuerdas a George R. R. Martin jejejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Hikari Javier,
EliminarPorqué todo en la vida es triste y alegre a la vez. George sabe captar esa dualidad en todos y cada uno de sus personajes.
Es un honor que me compares con el, eso si...
¡ Si te ha sabido mal que perdiera la mno, la próxima vez haré... que pierda la cabeza ! JA JA JA (risa de la reina malvada de alicia fusionada con un tono gutural de George R.R. Martin).
Un abrazo Hikari Javier.
Eres cruel. Haces que nos enamoremos de los personajes y luego nos torturas y los matas como George.
EliminarLuego me paso para leer tu nueva entrada entrada estoy algo pillado jejeje.
Hola Hikari Javier,
Eliminar¡¿ Este comentario tuyo se me extravio ?!
¿ Cruel ? Pero si ha finalizado más o menos bien , ais, que lectores más exigentes. No grites mucho que si no vendrá NUTLA, ese si que es cruel.
ja ja ja yo tambien ando algo pillado esos dias. Eres maravilloso Javier, no cambies nunca.
Un abrazo Hikari Javier.
Maravilloso relato, magistral como siempre y es que el destino es el destino, cabezón e incansable y algo enrevesado...
ResponderEliminarHola Maestro Cahiers,
EliminarEl destino, un aster blanco y una niña.. a veces es bonito que haya un final feliz (bueno, no tanto para la niña, o quizás si?) Mejor, ¿ la mano que la vida, verdad?
Un placer verte por aquí Maestro.
Un abrazo Pepe.
jeje ¿qué es una mano a cambio del amor? (sobre todo si la mano no es tuya)
ResponderEliminarme he divertido con este relato :)
Hola Maslama,
EliminarJa ja ja que mirada tan egoísta, aunque ciertamente...
También podría haber llamado al relato, "La mano que unió dos mundos", pero era un spoiler un poco brusco. ;->
Me alegro que te gustará maslama, siempre un placer verte por aquí Sacerdotisa maslama.
Un abrazo maslama y un ronroneo.
Ooooohh! Pensaba que no se iban a reencontrar! Pobrecilla la niña, le había cogido simpatía. Aunque bueno, has sido "bueno" amputándole "sólo" la mano, cuando estaba leyendo ya me la imaginaba a trocitos por la vía (qué gore!!!! xD)
ResponderEliminarMuy buen relato, UTLA :-)
Hola Andrea,
EliminarNUTAL y UTLA lucharon en un tira y afloja, NUTLA realizó una victoria pírrica, que por suerte UTLA le arrebató en último lugar.
Una mano, pero ganaron en amor y los estudios pagados de por vida para la niña... bueno...
¿ Trocitos por la vía ? No me tientes Andrea, no me tientes. ;->
Gracias.
Un abrazo Fabricadora de historias.
NUTLA y UTLA queria decir... perdón el lapsus linguae.
EliminarBuenooo, menudo cambio de registro tan excelente! Mezcla de "Breve Encuentro" y "Tu y yo". Le ha salido romanticona, a la vez que algo gore el final.
ResponderEliminarEse toque tan UTLA sigue siendo su seña principal
Estupendo relato.
Un abrazo.
Hola Ciudadano,
EliminarJa ja ja siempre me sorprendes con tus películas, creo no haber visto ni una ni otra.
Románticona, lo deseaba.
Y ¿ Gore ? Pero si la he salvado...
Aisss... un día si que voy a hacer un relato gore y visceral... espero que NUTLA no ande cerca. ja ja ja ;->
Es estupendo verte por aqui Ciudadano.
Un abrazo muy grande Ciudadano Noodles.
Sí, señor: "La gratitud es la memoria del corazón" (Frase-fetiche) y a la niña le salió más barato el incidente que a Ana Karenina.
ResponderEliminarUn relato emotivo y muy bello además de oportuno pues esta semana que viene me voy unos días a Londres con una de esas libretas de viaje (no recuerdo cómo se llaman) donde se pegan billetes de bus y se hacen dibujos al natural.
Hasta pronto, UTLA. Recordaré a Jacinta y Julius tomando un té en el local que hay frente al Serpentine.
Abrazos. Borgo.
Hola Mr. Borgo,
EliminarEsa frase compañero, ya sabes que la copie directamente de tu blog, es una frase preciosa. Y para este relato me lo pedía el corazón.
¿ Te irás unos días a Londres ? Disfrutalos mucho, aunque los nombres no fueran muy ingleses, las localizacions si son reales (investigue un poquito).
Disfruta mucho de tus dias.
Un abrazo Miquel.
UTLA!!! ¿Dónde estás metido?
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola de nuevo Mr. Borgo,
EliminarUnos pequeños días de asueto... siempre te dejan con pocos animos para bloguear, pero "he vuelto" como dijo Terminator.
Gracias por preguntar Miquel, siempre se agradece, muy bueno tu último relato y el método Montserrat, eres un genio... ja ja ja como me he reido.
Un abrazo Miquel.
¡Que increible historia! el amor adapta los más extraños metodos para ser descubierto.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Shilmulo,
EliminarEs cierto, el amor se enconde donde menos unos se lo espera, pero hay que hacer caso de los signos que muestra.
Un abrazo gran Shilmulo, rey de los muerciélagos del oeste.
Perder la mano por culpa de dos imbéciles incapaces de darse el teléfono para evitar problemas tipo "me ha cogido una gastroenteritis y no me he podido presentar", hace que se imponga una venganza al estilo "kill bill" cuando la niña cumpla 18 años.
ResponderEliminarESTIMADO NUNCIO,
EliminarDe seguro que la niña retomará ese placer por la venganza cuando cumpla 18 años y mate a esos estúpidos burgueses.
La negatividad os hará libres.
Estimado NUNCIO y NUTLA,
EliminarLos aquiescentes nunca cederán...
La negatividad nunca pudo nada contra "Esperanza".
Un abrazo doble.
Añado referencia a un título mítico del cine chino, "La leyenda del luchador manco", como antecedente de venganzas cruentas a una sola mano.
ResponderEliminarHola Nuncio,
EliminarJa ja ja recien vista esta semana. Increible los 11 personajes frikis que operan en ella. Por un momento me recordó al "Street Fighter", solo me faltaba una chica luchadora.
Un clásico para el que por degracia si pasan los años, pero aun así me lo pase muy bien.
Desconocia esta faceta suya Sr. X.
Un abrazo Nuncio.
El destino es a veces curioso. es cierto que desde que se pusieron de moda los telefonos mobiles estas cosas ya no pasan, pero tambien se ha perdido un poco el romanticismo y la emoción.
ResponderEliminarLa niña, a mi parecer, no tiene motivos para vengarse, se cayó por hacer el tonto no por querer juntar a la pareja, y encima le salió bien la jugada y le solucionaron la vida. aun así que crueldad amputarle la mano: con un susto, un desmayo o unos arañazos hubiese valido... aunque quien sabé, quizá si escribo yo el final la niña no hubiese sobrevivido... eso si, lo de los trocitos desparramados me lo hubiese ahorrado, seria una muerte limpia, poetica, moralista.
Hola Amalasunta Regna,
EliminarVeo que ha captado completamente la esencia del personaje de la niña. Si no hubiera sido ese día hubiera sido otro. Aunque como su obrar era bueno, su recompensa tambien lo fue.
Si el final lo hubiera escrito usted, Amalasunta Regna, hubiera sido poético, moralista y desde luego una muerte limpia limpia. Asesina de niños.
¡¡ Es peor que los Lannister !! Ja ja ja Escucha mi rugido.
Un abrazo Amalasunta Regna, princesa de las hadas de bosquevilla y portadora del heredero único