«La toponimia y las significancias
ocultas.
Pervivo para enseñaros»
Thor en de barra
Ha llegado hasta mà la noticia, a
través de unas fotos, que el monumento Alfa
y Omega de Torredembarra ya no está con nosotros. Muchos piensan que esto
es debido a un plan de conservación por parte del ayuntamiento. Sin embargo, la
verdad es muy diferente y se remonta eones atrás...
Empecemos por un principio, podrÃamos empezar por otro, pero empezamos por este:
La veraniega población de
Torredembarra era antiguamente un bastión Vikingo. En el siglo XIV, un conglomerado
de estas tribus con sus rudimentarias embarcaciones, arribaron desde los
gélidos mares del norte hasta nuestras costas. Portaban con ellos un objeto de incalculable
valor —más tarde lo explicaremos— que guardaban con todo su celo. Asà pues, la
original toponimia de Torredembarra no proviene originalmente del francés como
muchos habÃan estudiado, sino de una antigua variante de una lengua escandinava.
A la población, que fundaron estos valientes guerreros, le llamaron Thor, en honor a uno de los más
importantes dioses de su panteón.
Con el paso de los años, los vikingos
se fueron fusionando con la población autóctona de la zona y sus costumbres
fueron desapareciendo gradualmente. No asÃ, el objeto custodio que con tanto
celo protegÃan, pasando esta información de padres a hijos.
Unos siglos más tarde, con la guerras francas
de por medio, la población vecina de Barra,
controlada por los franceses, se anexionó a sus vecinos de Thor. Uniendo ambas poblaciones con el paso de los años en una
única urbe, que la ley franca pasó a denominar como Thor de en barra, indicando el vasallaje de la primera.
Pero de todos es sabido que las
lenguas poseen vida propia y que con el paso del tiempo las palabras, las expresiones y hasta la propia lengua evoluciona. AsÃ, no es de extrañar que el
nombre de la población fuera mutando con el paso del tiempo, hasta conformar lo
que hoy se conoce como Torredembarra.
A pesar de todos estos cambios,
anexiones y demás zarandajas, el secreto de los antiguos vikingos se mantuvo a
salvo durante años por el núcleo fuerte de las familias vikingas. No obstante,
la antigua cueva de Thor, debajo de lo que hoy serÃa el faro, ya no era lugar
seguro, pues los nuevos amos querÃan construir un puerto en la zona. AsÃ, durante
un tiempo, los descendientes de los oriundos vikingos transportaron el objeto a
distintas ubicaciones para salvaguardarlo.
Nuestra historia llega a principios
del siglo XX. En medio de la playa se construyó un monumento denominado Alfa y Omega que, como su etimologÃa
significa, representa el principio y el fin de todo. Curioso nombre que en
verdad representa lo que los ciudadanos desconocÃan, pues en su interior escondÃase
el objeto que con tanto ahÃnco habÃan custodiado durante siglos los descendientes
nórdicos.
El
Alfa y El Omega, en
verdad, portaba en su interior la séptima joya del infinito —Pero, ¿no eran
seis las gemas del infinito? Ya hablaremos de ello otro dÃa—, asÃ, el
ayuntamiento, formado en gran parte por orÃgenes nórdicos, y ante la señal de
que se acercaba una guerra que azotarÃa a todo el universo, decidieron desmontar
la estructura para hacer entrega del objeto mÃstico a aquel que vendrÃa a
buscarla...
Y asà fue, pero no acabó como el gran Dios Marvel se imaginó...
No contaremos el final de La guerra del infinito, pues es una
historia sobre la que todavÃa debe escribirse mucho, pero acabada la misma, al
dios nórdico Thor, que, dicho sea de paso, disfrutaba muchÃsimo en las costas doradas,
edificó un resort con chalets y casas adosadas a pie de playa, a la que llamó «Thorina
d’Or». Con su eslogan, «Thorina d’Or, ciudad del trueno, ciudad de vacaciones»,
instauró una floreciente industria de recreo a la que os invitamos a ir.
Os mandamos unos tórpidos saludos. ^_^
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
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