«Dar con el momento histórico en el que el ábaco alcanzó la Razón es igual de difícil que dar con el momento en el que el mono se transformó en hombre»
Stanislaw Lem, filósofo y escritor de ciencia ficción, bien hubiera añadido a sus cualidades ser compositor, pues escribe sus libros como melodías, de una belleza, musicalidad y profundidad que ninguna partitura habría de envidiar. Une las palabras tal notas, acordes y arpegios, en virtuosos alardes de composición que bien podrían escucharse sus obras como piezas musicales.
«[…] la Evolución es un jugador imperfectamente ordenado; porque no solo comete errores, sino que no se limita a ninguna táctica de preferencia a la hora de competir con la Naturaleza: apuesta por todos los campos posibles, de todas las formas posibles».
Ciñéndonos al libro actual, Golem XIV es una moderna epopeya escrita en prosa donde el agudo escritor nos desvela a una Inteligencia Artificial, Golem XIV, que supera a sus creadores. No es casualidad que el título, Golem, aluda al famoso ser de arcilla famoso en la mitología judía, pero es este Golem un ser distinto a ese, no nacido del barro, sino del silicio y el plástico.
«El ser humano no es capaz de formular todos los conocimientos que debe a sus experiencias personales […] nos consideraba “inteligencias aprisionadas por la corporeidad”».
Golem XIV es la decimocuarta versión de una máquina creada por el MIT con dinero del servicio de defensa de Estados Unidos. La premisa no es nueva, pero sí las ideas que pululan en torno a la vasta inteligencia de la máquina que, por mano de Lem, nos deslumbra con su sabiduría y su ecléctica visión de la humanidad. Nada se le escapa al GOLEM. Nada se le escapa a Lem.
«Vuelvo a la historia de la humanidad como historia de ilusiones efímeras».
Es Golem XIV, en mi humilde opinión, un libro complicado de leer, pues lejos de Solaris, Lem no nos presenta en este libro una novela fácil de digerir, es un ensayo filosófico sobre la propia visión de Stanislaw Lem sobre la humanidad, el conocimiento y el homocentrismo, una crítica, una advertencia y una profecía sobre el futuro y lo que obtengamos de él cuando construyamos una máquina pensante con la capacidad de cálculo del GOLEM.
«[…] la dificultad no solo reside en el hecho de que no conseguiréis subir a mi montaña, sino también en que yo, entero, no podré bajar hacia vosotros porque, al descender, pierdo por el camino lo que se suponía que tenía que entregaros».
¿De qué nos habla Lem en este libro? De la vida, de la humanidad, de la inteligencia, de la evolución, de la búsqueda, de términos inasibles y, por tanto, inalcanzables en sus cotas más elevadas, pero sobre todo nos habla de ese placer humano al sentir vanagloria ante nuestros logros, y el GOLEM nos rebaja, la vanagloria de ser una mota de polvo en el inmenso universo.
«La primera obligación de la Inteligencia es la desconfianza hacia sí misma».
No somos nada, sería el resumen que lanza la máquina pensante, un corolario del propio Lem quién necesitó crear al Golem XIV para no irritarnos en exceso con sus elucubraciones ni dañar nuestro frágil ego humano.
«Cogito ego Golem Lem».
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
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