«Estimados, este relato está escrito para servir de partenaire a la siguiente canción: Rock ‘n’ Roll Kids. Me gustarÃa animaros a que la escuchéis mientras leéis la narración. Espero disfrutéis ambas por igual. Abrazos».
Era el año 1994, sonaba la maravillosa pero poco conocida «Rock 'n' Roll Kids» de Paul Harrington y Charlie McGettigan. En aquella época no existÃan las facilidades de hoy dÃa para conseguir canciones. QuerÃa aquella melodÃa a toda costa. Pero no se vendÃa, y tampoco la conseguÃa en ningún lado del naciente y aún poco explotado internet.
Por suerte para mà existÃa Napster, una potente y todavÃa «no-ilegal» red social de intercambio de archivos musicales. La última esperanza. Y como han cambiado las cosas desde entonces. En aquel tiempo las personas aún creÃan en las redes de compartición de ficheros, eran algo más que un mero bazar de intercambio, se chateaba, se conocÃan personas, no sólo se mercadeaba gratuitamente sin ninguna clase de implicación emocional como hoy dÃa. En Napster se podÃa hablar con los usuarios, solicitar temas. Cuando un proyecto se inicia, suele hacerlo con la sana inocencia de la inexperiencia.
Busqué en la caja de texto, al lado del literal «Search: Rock 'n' Roll Kids». Un usuario la poseÃa. ¡IncreÃble! El nick del usuario, LoneWolf, pero no la tenÃa compartida. Inmediatamente abrà un canal de mensajerÃa con él.
—Hola LoneWolf —escrib×, ¿puedes compartir «Rock 'n' Roll Kids»? —Tardó unos segundos en contestar.
—Claro, ¿por qué la quieres?
—Me encanta esa canción.
Recuerdo que rió ante mi espontaneidad, y se puso a compartirla, asÃ, sin más. Después escribió...
—Soy Gay.
Yo era mucho más joven y eran otros tiempos. Lone Wolf fue la primera persona que reconoció abiertamente ante mà su homosexualidad. En cierta manera me daba vergüenza hablarle. Pues no sabÃa muy bien sobre qué hablar a un gay. Ahora, me resulto estúpido al recordarme, como si hablarle a un gay tuviera que formar parte de otro nivel de conciencia. Cuanta pueril estupidez.
La canción tardarÃa un rato en descargar, 56kb de ancho de banda no daba para muchas alegrÃas. Yo estaba incomodo al principio, pero recuerdo que hablamos mucho rato.
—Y a ti, ¿te gustan las chicas o los chicos? —continuó.
—Las chicas —contesté presuroso, como si algo de mi orgullo varonil se perdiera sin la inmediatez de una respuesta rápida.
Rió.
—Recuerdo la primera vez que supe que me gustaban los chicos —me dijo— yo no sabÃa que era gay hasta que lo conocà a él.
—¿Y qué sucedió?
—Fuimos amigos, pero no podÃa ser, simplemente no podÃa ser. En ocasiones la vida te dice que no puede ser y tienes que escucharla. Aun asÃ, lo recordaré con cariño toda mi vida.
Yo era muy joven, no podÃa entender sobre qué me estaba hablando LoneWolf. No podÃa entender la perdida con todas sus consecuencias, de cómo los bonitos recuerdos de érase una vez se pierden por la maldad de las personas y las horrorosas circunstancias. No poseÃa la experiencia suficiente, pues la vida aún no habÃa maltratado a mi corazón lo suficiente para poder entender todo aquello. Además, yo sólo querÃa «Rock 'n' Roll Kids». Fuà educadamente egoÃsta. Sin embargo, por una fingida educación, comencé a escuchar toda la historia de LoneWolf, una historia maravillosa, repleta de tristezas, de un desinteresado amor y de una esperada ruptura. Una historia que por respeto no transcribiré aquÃ. La canción ya habÃa acabado de descargarse hacÃa rato. Pero LoneWolf y yo continuamos hablando muchos minutos más. Finalmente, cuando ya no hubo nada más que decir, nos despedimos cordialmente.
Y aún recuerdo aquella historia.
Deseo agradecer con cariño a LoneWolf aquella canción. Pero, sobre todo, deseo darle las gracias por compartir un rato de su vida conmigo. Gracias, no sólo por darme aquella maravillosa canción, si no por hacerme entender que el amor, por encima de todas las mezquindades de este mundo, es universal.
93% imaginación, 7% realidad
Pero es ese 7% lo que realmente importa
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Wooooooooow!!!!
ResponderEliminarMe encanta el cambio del Blog. Es una pasada! Felicidades! Qué canción más bonita. Vaya pedazo de voz que tiene Paul Harrington.
Un besico!
Es imposible no leer este cuento como si no fuera una anécdota. Definitivamente ese 7% se hace notar.
ResponderEliminarLa canción es muy buena y no la conocÃa, ni a ella ni sus interpretes.
Y de verdad te quedó brutal el blog.
Saludos.