«Juan Pablo, brillante organizador del meetup literario al que estoy inscrito, nos conjuró con esta frase: "Ahora que no estás". La consigna elegida debía ser nuestra musa para el encuentro del día 29 de Julio de 2017. ¿Lo sería?».
Ahora que no estás, me encuentro feliz.
Treinta y cinco años de calvario a tu lado, ¿cómo pude soportarlos?
Durante todo este tiempo he maldecido el día de nuestra unión, formalizada en aquella rúbrica delante de un notario, que certificó el "sí, quiero" burocrático. Y firmé. Estúpido de mí, firmé.
Estos años de vacío, de anodino hastío, sin vacaciones, sin vida social, con la única preocupación de velar por ti, solo porque tú, con tu pesada ancla me retenías día a día a tu asqueroso lado.
Por suerte, adelgazabas más y más cada año. Tu fin se acercaba lento e inexorable. Y yo, con muda alegría, deseaba enterrarte en el más profundo pozo sin nombre. Y ese día, ha llegado, por fin te...
⁂
—Señor Martínez, señor Martínez, ¿se encuentra bien?
—¡Eh! Sí, sí, claro, solo estaba pensando.
—Es normal. Estará contento de librarse de ella. Mire, si es tan amable de firmarme aquí, y aquí, podremos dar por liquidada la hipoteca.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Hola estiamos Utla,
ResponderEliminarEl texto me ha dejado sorprendida.
Un beso!
Aiya Eowyn,
EliminarY al buen señor también... librarse de tan maldita compañera: adiós hipoteca para siempre. jajaja
Un abrazo muy grande Reina Eowyn.
Namarië Eowyn, Tenna rato.