Era el quinto
año que me presentaba a la carrera popular de San Cipriano. Estaba en mi mejor
momento físico y ya había tenido muchas experiencias en otras pistas y
carreras. A aquellas alturas San Cipriano no suponía ningún reto para mí. Pero
seguía acudiendo por el placer de volver a verla.
La chica del dorsal 1007
apareció otra vez con el mismo tipo del año anterior. En la salida nos
saludamos y me invitaron a correr a su lado. En aquella ocasión pude hablar
mucho más rato, y aunque su "novio" no era un mal tipo, no lo podía
sufrir. En aquella ocasión yo llegué a la meta antes que ellos.
Mientras
realizaba los obligados ejercicios de estiramiento, pasada la línea de meta, observé como
discutía con su pareja. Ella limpió una lágrima de su rostro. Ese día, después
de cinco años, conseguí ganarle por primera vez una carrera, pero eso no me
hizo sentir mejor. 1007 estaba cabizbaja. Estaban teniendo claramente una
discusión de pareja. No me acerqué a ella por respeto.
Volví a casa pensando en
el próximo año.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Esta historia me ha recordado una película que, si no ha tenido oportunidad de verla, se la recomiendo: EL PRÓXIMO AÑO A LA MISMA HORA (1978) de Robert Mulligan.
ResponderEliminarUn abrazo
Estimado Pepe,
EliminarAnotada la dejo Maestro, a ver si la consigo ver.
Gracias por la recomendación.
Un abrazo Maestro Cahiers.
No he vist la película que apunta Cahiers pero amí me recuerda a una titulada "Navidad todos los días" aunque en esa, ser epite todo el rato el mismo día.
ResponderEliminarEstimado Marcos,
Eliminar¿Navidad todos los días? Eso suena a El día de la marmota. Curiosa esta repetición que deseamos y experimentamos en nuestras vidas.
Gracias por pasarte por aquí.
"A mi manera" un abrazo. ^^
Esa película se hizo en teatro en mi país bajo el nombre de El año que viene a la misma hora. No vi ni la película ni la obra, así que no sé si tienen puntos en común. Lo que más o menos sé es que el filme trata de dos amantes que se ven una vez al año. En esta historia no hay amantes, pero hay amor, y eso se ve ve en esta entrega, donde el protagonista no puede disfrutar de su primer triunfo tras cinco años por el dolor que le causa las lágrimas de la chica del dorsal 1007.
ResponderEliminarSaludos.
Estimado Raúl,
EliminarSi algún dia necesito a un buen creador de sinopsis te contrataré a ti.^^
¡Cómo un número se nos puede quedar tan adentro!
Un abrazo bruto escritor.
Ay, el amor! a veces nos juega malas pasadas, tanto tiempo queriendo superar a su rival y finalmente descubre que ese no era el objetivo que anhelaba... que nos deparara el próximo capitulo?
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