La vida guarda sorpresas en cada esquina. Durante el año siguiente me sucedieron experiencias muy extremas y estúpidas. Me enamoré tontamente de una chica de mi clase y me casé en una ceremonia fugaz. Mi familia se enfadó mucho al enterarse. El tiempo les dio la razón. A los seis meses nos separábamos. Un año extraño. Abandoné un poco el deporte y mi forma física se resintió. Sin embargo acudí a la carrera popular de San Cipriano por la simple costumbre de querer volver a verla.
Aquel año, después de tanta estupidez acumulada en mi vida, me había propuesto la titánica tarea de hablar con 1007. Es curioso pensar cómo podemos decir «Te quiero» a personas que realmente no nos importan, y en cambio, a las que realmente si lo hacen nos cuesta siquiera arrancarnos una palabra. Pero ese año no apareció.
Era mi sexto año compitiendo en la carrera de San Cipriano. Corrí totalmente apático, rodeado por la inmensa soledad de una multitud de personas; al llegar a casa vomité y durante un par de días me sentí realmente mal.
Cómo cambia la vida. Me planteé tantos retos y objetivos durante todo ese tiempo. Por suerte, algunos si los realicé. Acabé la universidad y conseguí mi primer trabajo decente por vez primera en mi vida. Mi familia, en unos pocos meses, perdonó mis estupideces pasadas y me volvió a hablar. La vida es un ying y un yang. Una época mala. Una época buena. El equilibrio de los opuestos.
Y volví a entrenar como hacía tiempo no lo había hecho. Ya era mayor para destacar profesionalmente en el running pero seguía corriendo por afición. Las desgracias de la vida aún no habían destruido mi ilusión por correr. Eso aún se mantenía intacto.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Muy buen escrito, sabias palabras encuentro en el. te lo vuevo a repetir esto estaria genial en un libro tus escritos son fantasticos un abrazo.
ResponderEliminarEstimado Hikari Javier,
EliminarDemasiados proyectos me ofreces. ;-> Pero quizás algún día realice un pequeño recopilatori de historias.
Gracias por alentarme a ello compañero. ^^
Un abrazo muy grande estimado Hikari Javier.
La vida es Ka, y este corredor ya lo sabe.
ResponderEliminar¿Qué es Ka?
Eddie Dean dice que es kaka, y casi comparto su opinión, cosa que dudo haga el pistolero.
Sí, acabo de escribir un comentario complicado, pero si se googlea se entiende a la perfección.
Saludos.
Estimado Raúl,
EliminarNo me he leido la saga de "La Torre oscura" de Stephen King, cosa realmente curiosa porque me encanta King y toda su cosmogonía
¡Eddie Dean! Es complicado de llegar a todos los pequeños matices que quieres hacerme llegar, pero a buen seguro que compartiria mayormente tus sabias palabras.
¿Ka? ¿Que es Ka? ¿Dices mientras disparas en mis pulmones tu bala de plata? ¿Que es Ka? ¿Y tu me lo preguntas? Ka,es el olvido. Ka eres tu. ^^
jajaja ya lo conseguiste, se me fue.
Un abrazo muy grande bruto escritor.
Me gusta mucho la historia amigo UTLA, a ver como terminan los tortolitos, saludos.
ResponderEliminarEstimado Facundo,
EliminarY a mi me gusta mucho más tus ilustraciones, que muestran a la perfección los estados de ánimo de ese corredor y corredora. ^^
Un abrazo muy grande Facundo.
La vida es como ser un corredor de fondo. No sé quien lo dijo pero me gusta como suena.
ResponderEliminarMe parece que ese corredor desentrenado guarda una marca en su corazón, una huella en forma de número: 1007.
¡Qué siga pronto la historia! Saludos.
Borgo.
Estimado Mr. Borgo,
EliminarMuchas huellas guardan los corazones.
A mi también me gusta esa frase y tampoco se quien la dijo, pero es cierto que posee una bonita musicalidad. ^^
Que siga, que siga!!
Un abrazo muy grande Miquel.
es curioso como cambia la vida... cuando por fin te decides a hacer algo, el tren de las oportunidades parece haber pasado ya... le quedaran paradas todavía por recorrer a este curioso tren maratoniano?
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